jueves, 16 de agosto de 2007

DESDE EL CORAZÓN, DE AMÉRICA. Los imprescindibles


Tengo el culo destrozado por mi momento amazona griega de ayer.

La reunión con la comunidad se ha retrasado dos horas por estar todos los líderes, padres de familia y miembros del consejo colaborando en la búsqueda de un padre y su hijo que habían desaparecido durante la tormenta cruzando el río montados a caballo.Todos unidos para ayudarse. En este rincón a nadie le importa mi absurdo cargo en una tarjeta.

Después de dos horas, mientras esperábamos secando la ropa en la escuela y tomando un café caliente, aparecieron todos diciendo que habían encontrado los tres cuerpos ahogados.

En la reunión con la comunidad di una pequeña charla utilizando palabrería de cooperación que nadie entendió, viendo con distancia las caras oscuras de la gente. Me sentí como la gringa que todos creen que soy. Me sentí inútil y lejana a todas aquellas personas y pensé que no servía para esto.

Le di la palabra a Eduardo, el técnico y entonces él dio un breve discurso que todos comprendieron, cercano, simple y profundo, les habló como si fueran sus hermanos, sus padres y sus hijos; y allí estaba yo, con la boca abierta viendo el trabajo de un hombre que vive como su único destino lo que para mi es una aventura, una experiencia…

Todas las cosas que os cuento: las ratas junto a mi cama, el agua fría de las palanganas, los mosquitos asesinos, la soledad, todo es circunstancial, todo lo escogí yo. En unos meses, cuando vuelva a casa de mis padres, en la puerta no habrá un cerdo, sino un descapotable; en mi casa tendré siempre abundante agua caliente, comeré foie y beberé vinos deliciosos en restaurantes de moda, jugaré a la Play y tendré las medicinas que necesite pagando con mi dinero de plástico.

Cuando me decís “vaya huevos tienes”, os equivocáis. El valor está en saber que nunca saldrás de aquí y hacer esto de todas formas.

Son ellos y no yo quienes tienen huevos.

A gente como Eduardo y los que son como él les dedico estas palabras de Bertol Brecht que aprendí cuando vivía en Viena y que desde entonces están en mi mente:


Hay hombres que luchan un día y son buenos.


Hay otros que luchan un año y son mejores.


Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos.


Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles.


Bertol Brecht

15/08/07

1 comentario:

  1. rubia!!!!!!!
    tiene que haber personas imprescindibles que luchan toda la vida...............pero tiene que haber personas como tu......haces mucha falta en este mundo loco, y tu, aunque no lo creas tambien eres imprescindible........eres maravillosa, luchadora, inteligente, cariñosa, comunicadora, cercana...........eres un solete que das una luz muy bonita a mucha gente, aunque sientas que con lo que haces no van a cambiar las cosas..........solo con conocerte, la vida de aquella persona ya ha cambiado...............creetelo, eres muy bonita por fuera y por dentro, y me siento feliz de haberte conocido.
    te echo de menos, y tengo muchas ganas de pegarte un besazo y darte un abrazo de osa...............
    tenia un dia un poco triste, pero te leo y sonrio..........me emocionas..............y deseo estar cenando contigo en las fernandez y disfrutando con tus cuentos tan reales, tan duros, tan tuyos, tan nuestros.........
    cuidate mucho y sigue creyendo en lo que haces, porque lo haces muy bien.
    un beso gordo gordo gordo gordooooooooooooooo
    muaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
    elenuchi

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