miércoles, 4 de marzo de 2009

GRACIAS




Todo esto empezó con un accidente futbolístico, me dieron una patada en la cabeza y tuve que guardar reposo encerrada en casa, aunque eso ya lo conté en su momento…

La cosa ha durado dos años, ya expliqué a finales de diciembre que, con el cumple, el blog moriría. Hay que dar paso a lo nuevo y sacudirse la nostalgia: lo nuevo es Facebook, supongo, o lo que sea que vaya a llegar.

El silencio del ratón se llamó así porque siempre he escrito de noche, cuando sólo se escucha el teclear de mis dedos en el ordenador. Eso siempre me ha recordado al ruidito que hacen los ratones en sus madrigueras cuando todos duermen.

Ha habido personas que me han acompañado desde el principio, como Anay, que fue mi asidero todas las veces que creí ahogarme en Nicaragua, cuando estaba lejos de todos mis barcos y un escollo me había partido en dos.

Ahora somos hermanas.

Poquito a poco fue apareciendo el resto: Juankar y la poesía; Gsús, que con su hedonismo hizo que me alejara del fondo para volver a la superficie y a ser superficial; J. que me hizo sentir el calorcito rico del sur o Estanli que me ha dado la mano día a día y ha sido mi consejero. Möbius ha sido mi profe de cine y Ender y Dany me han enternecido con sus canciones y sus bonitas palabras. Felipe y todos los amigos que trajo con él, que me han hecho reír hasta no poder más y con quienes he tenido la suerte de formar un grupito genial, y Folken, un genio loco del que se aprende un universo en cada post.

El frente femenino, creció también con Did y mis4ratos… para que digan que todas las mujeres somos iguales, ja!

Nebu y Eladi estuvieron ahí para dar el toque de sabiduría.

Hay otros que venían de antes y de vez en cuado se pasaban a comentar, como Ricard, Susie Q, Azpi o Morales.

Bueno, a todos, gracias por hacer mi vida mejor.

Suena grande pero es así.

Sin saberlo vosotros, caísteis en el momento oportuno, y cada día he sido un poquito más feliz por teneros. Me habéis hecho olvidar recuerdos que ni siquiera merecen un nombre tan bonito porque se guardan ya en un lugar parecido al cajón de las patatas y las cebollas, y me habéis dado recetas geniales para un futuro mejor.

A cambio espero haberos hecho reír con las Historias de Cierta Ficción, espero que hayáis conocido un poco más el Raval a través de la guía de Alpiste Alimentos y Almigos y que os sirvan de algo mis Crónicas de Viaje si pensáis ir a alguno de los lugares que he visitado.

Anteayer dejé el Raval y Barcelona; ya no podré hablar de sus conciertos, bares ni exposiciones. Lo que conté, queda en la memoria de una vida muy llena que ahora está cubierta de ilusiones e incertidumbres.

Espero poder seguir contando con vosotros y con que, de alguna manera, sigáis a mi lado.

Todos mis besos.