martes, 22 de mayo de 2007

La película


What you feel only matters to you. It's what you do to the people you love. That's what matters. That's the only thing that counts.

The Last Kiss D: Tony Goldwyn

domingo, 20 de mayo de 2007

OBJETIVO BIRMANIA


I BCN-MAD-BKK-RGM
Hemos conseguido combinar los vuelos para tener tiempo de visitar a
Cristina en Madrid. Su madre nos ha cebado con un desayuno continental
y hemos podido sentarnos un buen rato en la cama ortopedica para
escuchar el suplicio fisico que esta viviendo. Son admirables su
fuerza y su positivismo, todo lo cuenta con una sonrisa y esta casi
tan emocionada como nosotras por nuestro viaje: quiere que le contemos
todo en cuanto podamos.


Volvemos al aeropuerto para continuar nuesto periplo aereo,
afortunadamente nuestras mochilas viajaran de Barcelona a Yangon
directitas.
El vuelo de Bangkok es largo, pero el boeing 747 en el que viajamos
parece un hotel de lujo. Nada mas sentarnos nos hinchamos a Bloody
Maries y dormimos borrachas intermitentemente entre comida y comida.
La tele no funciona, leemos.
El avion va lleno de parejas de recien casados que no han salido en su
vida de Espanya y viajan como si fueran a cenar por el Borne.
Al llegar a Bangkok caminamos por el gigantesco aeropuerto y, previa
pseudoducha en el banyo, nos embadurnamos de mil cremas en Chanel
antes de embarcar oooooooooooooootra vez.
En todos los vuelos robamos cepillos de dientes, toallitas, vasos,
cubiertos... todo lo anyadimos a nuestras bolsas de regalos para la
gente de Myanmar.
Llegamos sin problemas de jet lag, estamos estupendas.
Al salir del aeropuerto de Yangon aparece una marabunta de birmanos
ofreciendonos llevarnos en sus taxis. Al llegar a la ciudad, nos
ofrecen otra vez infinidad de hoteles y nos dan la oportunidad de ver
todos los que queramos antes de escoger.
Elegimos el tercero despues de descartar uno demasiado siniestro y
otro demasiado pretencioso.
El Golden City Hotel esta cerca de la Pagoda mas importante del pais,
es acogedor y pagamos 21$ entre las tres por la habitacion con el
desayuno incluido.
Desde la misma entrada hay que descalzarse, esa sera una constante
durante todo el viaje.
Duchita, siesta, reorganizacion de todo lo robado y salimos hacia el
centro para gestionar en una agencia de viajes los vuelos nacionales.
De alli a la Shwedagon Pagoda. El trayecto hasta alli es estresante,
el trafico una locura, el calor, sofocante, la humedad asfixia y hay
mucha, mucha, mucha miseria.
Alli empece a darme cuenta de donde estaba o, como minimo, de donde ya
no estaba mas.
Ya todo iba a ser diferente y daba comienzo el viaje de las
decisiones, de los nuevos propositos, de los cambios...

El recinto de la Pagoda esta plagado de peregrinos y de monjes pero
casi de ningun turista.
Vimos cientos de Budas, gente rezando y monjes de todas las edades
susurrando oraciones e inclinandose ante el maestro.
Pronto aparecio, de entre las enormes figuras doradas, un chico con
tunica granate, cabeza perfectamente afeitada y una sonrisa... que
sonrisa...
- Where are you from?
Se presento como Santea, y ya no nos separamos.
Al cabo de pocos minutos se nos unio su amigo Neimo y juntos, los
cinco pasamos un dia perfecto, con paseos, fotos y relatos sobre Buda
y Myanmar que las guias jamas podrian habernos explicado.
Sandea lleva enrrollado en la mano n Newsweek de 1995.
Caminamos hacia otros templos y rezamos ante Budas gigantescos. El
joven monje nos ensenyo oraciones y nosotras nos dejamos absorber por
los rezos, las campanas, los cascabeles y los inciensos.
Quisimos invitarles a cenar y nos llevaron a un lugar dificil de
describir. Nada parecido a un restaurante, nada que pudiera aparecer
en una guia: un techo en ruinas, viejas mesas con hules pegajosos,
ollas gigantescas y birmanos desfilando con platillos de su comida
tipica. Comimos curries, arroz aromatico, sopa, verduras... todo
delicioso, todo entre risas.
No habia ningun turista ni alli, ni cerca de aquel lugar.
Santea se divirtio aprendiendo a utilizar nuestras camaras, se rio
repitiendo frases en nuestro idioma y confeso que la vida de un monje
no esta precisamente llena de emociones.
Tiene 19 anyos y se ordeno monje a los 9.
Dijo que le gustaban mis ojos y que, si pudiera, le gustaria besarme.
Al terminar la cena salimos impregados de los mil olores de la cocina
birmana y caminamos por el barrio de los monasterios que eran, en su
mayoria, edificios ingleses de la epoca de las colonias,
desvencijados, tristes, casi abandonados.
Por todas partes perros, bicicletas, puestos de comida desconocida.
En la puerta del hotel, al final de la velada, Santea y yo decidimos
pegarnos. Eso era lo unico que podia ofercerle de mi: pelea.
Magullada y feliz subo a nuestra habitacion a escribiros.
Pato se ha hecho una herida en un pie, curitas, mimitos, duchas,
cremas, relec...
Mi mochila esta perfectamente organizada, la hicieron ellas dos, yo
tenia la cabeza en otro sitio la ultima noche...
Zas! corte de luz. la dictadura militar que gobierna el pais restringe
el suministro electrico a capricho. Estabamos avisadas.
Os escribo esto alumbrada por mi linterna frontal.
Manyana volamos a Heho, se acabo la "civilizacion"
Todo esta bien, de momento.
Queda tanto por descubrir...
j/n

II Dias de vino y rosas
Esta manyana nos han despertado los cuervos, por unos segundos he
creido estar en Delhi pero al ver a Euge y a Pato me he ubicado y de
un salto me he metido en la ducha.
El desayuno se podria calificar de subcontinental: la mantequilla es
oscura, la leche cuajada, el cafe aguado, los huevos revueltos
picantes... eso si, por si quiero suicidarme dispongo de cantidades
infinitas de papaya y mango cortados en trocitos en una bandeja de
plastico.
El duenyo del hotel no acaba de entender lo que es alergia.
Los empleados del Golden City tiene la boca como ensangrentada: mascan
Bettel, una pasta roja de nuez que escupen por todas partes. Pagamos el
irrisorio coste de la estancia a nuestros vampiros birmanos y
esperamos en el jardin a que nos recojan nuestros amigos.
Santea y Neimo aparecen con flores para las tres. Hacia tanto tiempo
que nadie me regalaba flores.
De alli fuimos a visitar su monasterio, ellos han decidido no aceptar
nuestros regalos sino que nosotras se los entreguemos directamente a
su maestro.
Ojala Gloria hubiera podido vivir ese momento a nuestro lado.
Despues de descalzarnos entramos en el viejo edificio y conocemos a
varios companyeros de Santea y a algunas monjas que llevan tambien la
cabeza afeitada y unas preciosas tunicas en dos tonos de rosa.
Despues de esperar unos minutos a que los chicos hablaran con su
maestro pudimos entrar en su habitacion y, alli estaba el, sentado
tranquilo y recibiendonos con una gran sonrisa que irradiaba paz y
amabilidad.
Nos arrodillamos ante el para ofrecerle los regalos y repetimos unas
oraciones que el nos dictaba.
Nos explico que asi, estabamos mas cerca del nirvana.
Salimos como drogadas, felices y mas ligeras de peso.
Neimo, que es una autentica enciclopedia de budismo, historia y
literatura, nos hablo de los cuatro Budas hasta ahora conocidos y del
que queda por aparecer. Nos explico la historia de los diferentes
grupos etnicos que forman Myanmar, de libros, de leyendas... y alli
estabamos las tres, absortas, rodeadas de monjes que no dejaban de
sonreir al vernos.
Los cinco, como hermanitos, abandonamos el monasterio y fuimos al
centro de la ciudad, a vivir el contraste.
Llegamos a un "bar" con terraza repleto de autoctonos, donde el unico
encendedor disponible en el local colgaba, condenado, de una cuerda que
pendia de un viejo techo de paja. Los vasos no se lavan, se colocan,
boca abajo, en una palangana con agua.
De entre el bullicio y el humo del petroleo de los destartalados coches
aparecio un ninyo monje, con carita de angel y que en ese momento
recogia comida para su monasterio.
Atoka vivia con Santea y Neimo y ellos le dijeron que se sentara con nosotros.
El duenyo del local le lleno el cofre de madera que llevaba con arroz
y nosotras le invitamos a un huevo frito que acepto pero no comio,
sino que guardo en el cofre junto al arroz.
Santea nos explico que el padre del ninyo era un viajero italiano que
visito el pais siete anyos atras.
Que guapisimo era, yo no sabia si llevarmelo secuestrado o comermelo
directamente con un poquito de arroz.
Despues de un ratito relajados charlando y bebiendo te los chicos
quisieron ensenyarnos el mercado, donde le compre un regalito a Gloria
y a la Sule Pagoda, la segunda mas importante de Yangon.
Al salir de alli vimos que Atoka caminaba descalcito por el suelo
mugriento de la ciudad. Santea nos dijo que cuando los monjes recogen
ofrendas no pueden ir calzados. Penita.
Despues de visitar la Pagoda nos despedimos para siempre de nuestros
amigos de la capital, que nos dejaron en manos de un taxista/momia con
gafas de culo de botella de smirnoff. Ay que perderemos el vuelo...
Llegamos de milagro al aeropuero mas tarde de lo que hubieramos
llegado haciendo el pino puente con las mochilas en los tobillos.
Nuestro avion a Heho era un cacharro en el que, normalmente, no me
atreveria a hacer el trayecto Barcelona-Menorca. La facturacion se
hacia en un folio y con un boli, los errores se solventaban con tippex
y la carta de embarque era una pegatina con el nombre de la companyia
en nuestras camisetas
La parte buena es que alli habia un telefono y pudimos llamar a una de
nuestras madres para que diera recado a las otras dos de que estabamos
vivas.
La proxima llamada sera a otra madre y asi sucesivamente.
Mami... te quiero.
Aterrizamos a trompicones y al bajar del avion vimos como una de las
ruedas del tren de aterrizaje estaba pinchada. Las maletas estaban en
un carro, pero el coche que las arrastraria no llegaba. No existia.
Del carro tiraban birmanos menudos y sudorosos.
Me meti corriendo en el aeropuerto, 'tengo que hacer una llamada,
tengo que hacer una llamada, tengo que hacer una llamada"
- Please, international call, Spain.
- Saping?
- Spain!!!!!!!
- Saping?, no no... Thai.
Imposible.

Como siempre, al salir del aeropuerto, guerra de precios con los taxistas.
Al final cogemos una especie hierro inmundo que nos lleva por unos
paisajes verdes preciosos y unas carreteras estrechisimas, llenas de
baches, en las que trabajaban ninyos cargando piedras.
Nangswe es una pequenya localidad que vive del cultivo del arroz y, en
teoria, del turismo, pero nosotras no hemos visto mas que a chinos
sonrientes, gallinas patilargas y cerdos grises.
Nos acercamos a un hotel que recomendaba la guia y nos atiende una
china loca que empieza a gritar cifras y descuentos y que no nos deja
hablar entre nosotras.
- Cuanto os quereis gastar, estoy en todas la guias tengo excursiones
en barco en el desayuno hay pancakes...
- Oye tia deja esa farlopa terrible de arroz que te metes y calla un poco.
Finalmente nos quedamos, pagamos unos 3 euros por cabeza en su mejor
"suite" con el desayuno y los dichosos pancakes.
Duchita, colada cutre en el lavamanos y zas! al salir, nos intercepta
la psycho para vendernos viajes en barco, en bicicleta y a su familia
entera
Nos escabullimos y salimos con nuestras linternas para conocer el lugar.
Despues de callejear entramos a cenar en un humilde restaurantito que
ofrecia Inle Food.
Sopa de calabaza, verduritas, fideos fritos con cacahuete y vino
artesano que nos emborracho en cinco minutos.
Plas! corte de luz. No importaba. Alumbradas por una velita y una
espiral incandescente antimosquitos continuamos bebiendo vino y
hablando de los hombres de nuestra vida: de los que una vez amamos,
los que nos hicieron danyo y de los que nunca llegaron a querernos.
De vuelta al hotel, con la linterna frontal colgando de una oreja,
descubrimos una salita en la que habia un ordenador e internet.
Nos abalanzamos encima de un pobre mochilero de Nueva York que
intentaba leer su correo y entramos en gmai. Mail de
Marceeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee, mi
ninyaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa...
Y, vaya, un mail de una ONG. Me convocan para la ultima entrevista de
mi proceso de seleccion y me senyalan que debo estar dispuesta a irme
a Honduras antes de un mes.
Imposible otra vez.
Me ocurrio lo mismo con otra organizacion con la que iba a ir a El
Salvador. Dos dias antes tuve el accidente en el partido de futbol.
Sera porque no debia ir...
No se.
No puedo pensar en tantas cosas.
Ahora solo quiero contaros todo lo que me ocurre en este lado del
mundo y leeros a vosotros.
Mil besos.
j/n

III La PEJ (no asociada a la AECI)

Me he levantado de un salto a las 7 y me he metido en la ducha. Mis
compis remolonean.
Vamos a ver si el desayuno de la psycho es tan maravilloso como nos prometio.
Papaya y mango a kilos... graciasssssssssssssssssssssssssssssssssss.
Los malditos pancakes, receta de su tatarabuela birmana, son una bomba
calorica sin sabor ni relleno alguno; el cafe no se distingue del te;
no hay leche; la mermelada de fresa sabe a melocoton...
Al final me como un platano.
Me acabo de dar cuenta de que he olvidado tomar la medicina contra la
malaria. Da igual, me las tomo todas de golpe.
Al salir a la calle la cabrona de la psycho nos viene corriendo con
los regalos que le hicimos al conocerla (barras de labios, sombras de
ojos etc...) diciendo que no le gustan los tonos, que le ensenyemos
los que tenemos para escoger los que quiere quedarse.
Salimos huyendo de la cueva de Ali Baba y empezamos nuestra rutita por Nangswe.
Primero visitamos el mercado de verdura, pescado y moscas y despues
alquilamos 3 bicis. Pero que monas estamos...
Salimos del pueblo pedaleando y silbando la melodia de "Verano azul".
La carretera divide vastos arrozales y alli vemos trabajar a hombres y
mujeres con sombreros de bambu y longys, el pantalon tipico de
Myanmar.
Cada pocos metros se nos acercan ninyos sonrientes y les regalamos
lapices y gomas de borrar.
Cerca de la carretera enormes bueyes oscuros hacen su pausa laboral y
espantan las moscas con sus largas colas.
He de confesar que al ver semejante bicho no supe si era un bufalo, un
nyu o un marciano del bar de Star Wars. Soy un ratoncito de ciudad.
Llegamos al monasterio, un edificio de 1.800 anyos de antiguedad,
destartalado pero precioso y construido de Teka, la madera autoctona
que supone la otra parte de la industria ademas del arroz.
Entramos en el viejo monasterio y alli estaban los monjes, casi todos
ninyos, rezando en voz alta frente al maestro.
Paseamos silenciosas por las diferentes salas del edificio y los
pequenyos monjes aparecian y desaparecian como diminutos fantasmas
colorados de entre las paredes de madera oscura.
Despues de ofrecer nuestro donativo y saludar con respeto al maestro,
salimos del edificio y fuimos a comer a un lugar... de pelicula.

Lo que llamaremos bar estaba regentado por una familia que observaba,
babeante, videos de karaoke en una television colocada en una especie
de altar. Toda la familia vivia muy intensamente las espantosas
historias de amor cantadas y reparamos en que, la matriarca, lloraba
frente la pantalla mientras susurraba desconsoladamente las letras de
las canciones.
Nos atendieron sin mirarnos siquiera.
Las sillitas en las que nos sentamos apenas se levantaban dos palmos
del suelo de tierra, no habia manteles, ni cubiertos, ni servilletas y
solo pudimos lavarnos las manos en una palangana de agua turbia.
Comimos con las manos. Con la cantidad de vacunas que llevo en el
cuerpo, aunque me hiciera una herida de lado a lado de la cara y
hundiera la cabeza en el culo de un buey, no pillaria una infeccion.
Bebemos cerveza Mandalay, que tiene mas grados que la vodka que ha
matado a Yeltsin.
Al bar llegan ninyos que deben haberse enterado de que nuestra
pequenya ONG, la PEJ, andaba por esos lares.
Cogemos las bicis, mareadas y buscamos nuevos destinos.
Por todas partes duermen perros sin duenyo de una forma tan placida
que casi se les ve sonreir.

Habia leido que Myanmar es el primer pais del mundo en muertes por
mordedura de serpiente. Por el camino vi moverse algo rapidamente que
venia hacia mi haciendo eses. Aterrorizada levante las piernas en
forma de V alrededor de mi cuerpo y... Schorffff! Me he cargado una
serpiente.
Que Buda me perdone.

Seguimos pedaleando. Al fondo, nubes azules y grises: a los lados, mas
lejos, las montanyas arropando el lago, y sobre nosotras una lluvia
finisima que nos salpica las sonrisas con millones de gotas
brillantes.
Al final del camino, y despues de ver mas perros durmiendo felices,
llegamos a una vieja pagoda. Entramos silenciosas a rezar como nos
ensenyo Santea. Obviamente no tenemos nada que pedir y si mucho que
agradecer.
Despues de un ratito de placida reflexion llegan mas ninyos, todos
contentisimos al recibir los regalos y despues boquiabiertos al verse
reflejados en nuestras pantallas digitales.
Volvemos al pueblo con el culo de uralita por culpa de los baches y
decidimos darnos el lujazo de una hora de masaje birmano por algo mas
de 1$.
Indescriptible.

Al terminar pareciamos autenticas yonkies y nada mas dar salir del
chiringuito de las masajistas, zas! corte de luz. Nos metimos en el
unico restaurantre de lujo Lago Inle. No habia opcion, la noche era
negra y no podiamos avanzar.
Pagamos por la cena mas que por el alojamiento de los tres dias y fue
la vez que, hasta ahora, peor hemos comido.
Con el estomago revuelto me conecto a Internet. Noticias de casa,
algunas dulces y divertidas, otras mas extranyas.
Las tres nos fuimos a dormir inquietas y yo tuve pesadillas. Sonye que
tenia que correr hacia algun lugar urgentemente, pero no podia
moverme. Me desperte al cabo de no se cuanto enredada en mi
mosquitera, como un escarabajo pelotero atrapado en una tela de
aranya.

Os mando tantos besos...
j/n
pd: cuando me reencarne quiero ser perro birmano.

IV Operacion bikini.
He dormido poco y mal, con calambres en el estomago y continuas
visitas al banyo.
Desayunamos con asco la comida de la psycho y nos escabullimos del
hotel antes de que nos intercepte para vendernos algo.
Hoy recorreremos el Lago Inle y sus poblados en una travesia que
durara todo el dia.
Contratamos una canoa con motor despues de regatear (es un vicio) con
un birmano de metro cincuenta y una gran sonrisa que nos garantiza que
la barca es muy segura, que tiene proteccion en caso de lluvia y
chalecos.
Caminamos hasta el embarcadero y alli estaba nuestro Love Boat : un
canutillo de madera con tres sillas de madera tambien, tres paraguas y
tres chalecos de seda rellenos de goma espuma.
Pasajeros a bordoooooooooooooooo.
Durante todo el dia navegamos parando para visitar las diferentes
aldeas. En una se trabajaba la plata, en otra se tejia seda, en otra
vivian las mujeres jirafa de la etnia Karam... Alli no quisimos parar,
nos parece denigrante ofrecer como atraccion turistica a estas pobres
mujeres con el cuerpo deformado por los anillos que, anyo tras anyo,
les colocan atenazandole el cuello.
Con nuestro churro de madera navegamos entre cultivos de tomates,
calabazas, flores... En Lago Inle todo crece en el agua.
En la orilla, pagodas y monasterios convierten la imagen en un pais
imaginario, donde habitaran dioses flotantes.
Mi estomago esta cada vez peor.
De vuelta al hotel, antes de lo previsto, caigo casi desmayada en la
cama y descanso.
Nada aguanta en mi cuerpo mas de cinco minutos, ni siquiera el agua.
Que mal me encuentro.
Para mi ha empezado, inevitablemente, la operacion bikini.

Por la noche, algo recuperada e incapaz de cenar, salgo a pasear con
Pato, para ver la luna y sonyar despiertas.
En el lago me compre un anillo muy sencillito con un diminuto
cascabel, para que sepais siempre donde estoy.
Os mando un abrazo por cada calambre de mi estomago. Eso son muchos abrazos.
j/n

V Ojo bache!
A las 7 en pie y ultimo desayuno ronyoso en el Guest House de la
psycho. Nos da la factura de Internet: cada mail enviado ha costado
lo mismo que dormir, que ladrona.
Salimos hacia Taungyi en una pick up con la parte de atras habilitada
para pasaje con tablones de madera para 8 personas. Subimos 30.
Llegamos a nuestro destino como piezas de tetris; despues de
descolgarse los 15 pasajeros que viajaban a los lados de la furgoneta,
nos desincrustamos de los asientos y bajamos nuestras mochilas
cubiertas de polvo.
Mas alla de Taunggyi esta China. No se puede pasar.
Los habitantes de este pueblo son birmanos, chinos y nepalies y
ninguno, porque creo que lo hemos intentado con todos, habla ingles.
Visitamos el mercado mas tercermundista que he visto en mi vida: el
pescado por el suelo entre los pies de la gente, menudillos de pollo
cubiertos de insectos...
Siguiente transporte: un autobus infernal, destrozado, sucio y
sobrecargado de sacos de arroz y bolsas de ropa y comida. Aqui nadie
tiene maletas.
El Dragon Khan es una mecedora comparado con este trasto repleto de
chinos con bebes, abuelos y bolsas de plastico.
Cogimos todos los baches que habia en el camino y nos partimos de risa
viendonos botar unas a otras.
Al llegar a Kalow, cubiertas de tierra nos dejamos caer en el primer
hotel que encontramos, probablemente el peor del pueblo
Aqui todo es muy distinto a lo que hemos visto hasta ahora: grandes
montanyas, cielo de mil tonos de azul y brisa fresquita. Parecia una
escena de Tigre y Dragon.
Con el duenyo del hotel, que lleva un monyo como el de la Pantoja,
organizamos el trekking de los dias siguientes.
Es un chico timido y extremadamente educado que nos explica que quiere
ir a estudiar a Canada, pero que el Gobierno exige a todo el que
quiere salir del pais 4.000 $.
Esta ahorrando.
Nos duchamos en el banyo de SAW y salimos a conocer el pueblo.
Cenamos en un restaurante recomendado por otros viajeros, el Seven Sisters
y alli nos dan comida Shan, la etnia de la zona. Yo solo arroz y
verduras: no pienso comer nada que haya tenido ojos hasta que vuelva
a Espanya.
Paseito noscturno con largas conversaciones y planes para futuros
viajes: Madagascar, Jamaica... Yo ya se donde quiero ir: al pais mas
feliz del mundo, pero solo con billete de ida.
Al salir del bar donde tomabamos te, un monstruo negro volador se poso
en mi teta izquierda, empece a correr como una loca por todo el local
gritandole a la camarera «chinaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa,
quitameloooooooooooooooo !!!!!! », mientras Pato y Euge se hacian pis
de la risa tiradas por el suelo.
En estado de shock, volvemos al hotel y yo me encierro en mi
mosquitera para leer Moby Dick.
j/n

VI The Blair witch project

Nos hemos levantado muy temprano para empezar nuestro viaje de dos
dias por las montanyas de Kalow.
Preparamos las mochilas con todo lo necesario y nada superfluo:
chocolate, frutos secos, agua, impermeables, linternas, toallitas,
regalos…
Emprendemos el viaje con un sol radiante.
Nuestro Sherpa, Mr. Robin, nos da detalles de todo lo que vemos por el
camino. Las flores, plantas y arboles que hay en Myanmar las trajeron
los ingleses durante la epoca de las colonias: bugambillas,
pensamientos, lilas, aguacates... Yo, que antes no distinguia una
coliflor de una lechuga iceberg, volvere a casa sabiendo mas de
plantas que el padre Mundina.
Sigo malita y Mr. Robin, despues de explicarle mis sintomas, recoge
por el camino hierbajos con los que curarme.
Pasamos campos por los que trabajan bufalos (esta vez si, lo he preguntado).
Cuando el terreno se hizo mas escarpado nos cruzamos con un local en
un carro de madera y paja tirado por bueyes; nos subimos y avanzamos
un tramo viendo las verdes montanyas y recibiendo coletazos de buey en
la cara.
Llegamos al primer poblado Paloung, donde viven 5.000 personas
repartidas en 9 comunidades, la mayoria son nepalies que fueron
desplazados durante la IIGM.
Viene
n a recibirnos todos los ninyos de la aldea, decalzos, vistiendo
harapos y muy sucitos. Empezamos nuestro reparto de regalos. El
nuestro es ver su cara de felicidad. Uno de los ninyos esta enfermo,
Mr. Robin dice que de polio. Es inevitable pensar que con una simple
vacuna en su momento, estaria sano.
En la aldea hay una piara de cachorritos de cerdos grises, son
monisimos y al vernos huyen despavoridos. Debemos tener cara de
comedoras de jamon.
El guia nos lleva a casa de una de las familias. El padre ha tenido
once hijos y de ellos solo han sobrevivido tres. En lugar de tanto
juguete deberiamos haber traido condones para regalar.
A la hora de comer nos dejan solas y ellos comen en la cocina. Inutil insistir.
El sherpa es un sherparatista.
Este ha sido el chiste del dia, podemos continuar.
Despues de comer cae un tormenton, hemos tenido suerte de estar a
cubierto. Tendremos que esperar a que amaine.
Mientras los mayores estan en la cocina nosotras nos quedamos con los
ninyos. Pato y Euge son unas madrazas y con toallitas limpian las
caras de los mas pequenyos. El bebe tiene una bronquitis horrorosa y
no lleva panyales.
El sherpa nos ha contado que la comunidad Palung recibe ayuda de
UNICEF y UNPD, pero que el gobierno la intercepta y se queda el 60%.
La madre confecciona bolsitos y manteles de lana, le compramos uno cada
una. Poco mas podemos hacer.
Los ninyos aqui van a la escuela hasta los 5 anyos, a los 6 empiezan a
trabajar en el campo. A los 16 se casan, los matrimonios son
concertados.
La tormenta arrecia, estamos atrapadas en una choza de paja, jugando a
la pelota, felices, con los ninyos.
Sobre las dos de la tarde la tormenta para y continuamos el camino.
Ahora el paisaje es aun mejor.
Paradita en el monasterio de Palaung donde tenemos una interesante
conversacion sobre budismo con el sherpa.
Aqui la gente da la mitad de lo que gana a la comunidad religiosa para
construir monasterios mantener a los monjes, hacer ofrendas...
Mr. Robin reconoce que es una forma mal entendida de budismo, sabe que
el Maestro nunca hubiera querido todas esas pagodas cubiertas de oro y
monasterios cada 3 metros.
En realidad todo es consecuencia de la miseria: la gente quiere una
vida mejor y cree que dando mucho, la conseguira. Puede parecer
egoista, pero, como se sacrifican, pues esta bien. Por su parte la
religion asegura que ellos recibiran lo que esperan, peor como creen
en la reencarnacion, no tienen fecha limite para cumplir el plazo y
tambien quedan bien
Hablamos largo rato de la idea que ellos tienen de nuestra vida en
occidente. Creen que somos felices porque tenemos muchas cosas y
dinero para comprar todo lo que queramos.
Nosotras le hablamos del estres, del vacio, de la soledad y de la
incapacidad de estar con nosotros mismos y hacernos preguntas por
miedo a las respuestas.
Volvemos a caminar por el barro con sendos bastones de bambu.
Al atardecer llegamos al refugio, uno de los sitios mas bonitos que he
visto hasta ahora.
Las tres tenemos una sonrisa de jocker y barro hasta las rodillas.
La familia nepali que lleva el refugio nos prepara la cena, como
llueve, nos metemos en la casa con ellos. La cocina es una hoguera en
el interior de la casa con enormes ollas al fuego, la matriarca cocina
en cuclillas. Obviamente no tienen ni agua ni luz.
Les regalamos pequenyos utensilios de cocina.
Son todos absolutamente encantadores y cuando dicen que nos sentemos a
cenar separados, nos negamos. Fue una dura batalla pero las chicas de
la PEJ estamos hechas para la guerra.
La cena estaba muy rica, yo comi arroz y tres platos de sopa de
judias. Euge y Pato comieron un monton de cosas picantes que yo rehuse
probar.
El duenyo me preparo un te segun las instrucciones del guia, con las
plantitas, pimienta verde y jengibre.
Dice que tengo una infeccion y que eso me curara.
Nos hemos hecho amigos y despues de te nos regalan una botella de ron casero.
Que ossssssssssstia mete !
Mareadas otra vez hacemos una excursion al « lavabo » con las
linternas frontales, por el barro, muriendonos de risa.
La letrina era inmunda y el agua de la tinaja con su cazo para « tirar
de la cadena » daba asco. Mas risas.
Nuestra habitacion es una choza de canya levantada directamente sobre
el suelo de tierra y la cama es una tarima de madera elevada para
evitar que suban bichos.
No hay colchon, solo unas mantas viejas y unos almohadones.
Nos acostamos felicisimas en nuestro remanso de paz. No se oye nada
excepto un cerdo que... muge ?... ruge ?... grunge ?, no eso era
Nirvana.
- Nena, que hace el cerdo?
- Grunye
- Eso joder, grunye !

Al cabo de unas horas nos despierta un ruido dentro de la habitacion.
Algo trepa por las paredes y camina por el techo.
- Euge, que es eso?
- No se
- Alumbra con la linterna
- No, que tengo miedo
Yo tambien. Sea lo que sea eso que hace el ruido de Anibal Lecter no
me atrevere a matarlo.
n/j

pd: Dadle recuerdos a Luis del curso de proyectos, decidle que ni
desde aqui dejo de tocarle las narices.

VII Caminante no hay camino

Aun no son las 7. Intentamos levantarnos: el rigor mortis causado por
el panico de la noche y la ausencia de colchon nos ha dejado en el
cuerpo un toque paraplejico.
Comprobamos que aun tenemos todas las extremidades y que el monstruo
de la habitacion no nos ha devorado las entranyas y vamos a ducharnos.
- El banyo?
- Ahi
- Donde?
- Ahi!
El banyo es una tinaja grande de barro con un cacito colgando de un asa.
Pues nada, a lavarnos.
Desayunamos sentadas frente a las montanyas con campos de arroz a
nuestros pies y enormes nubes blancas desplazandose hacia el este.
Antes de despedirnos le regalamos ropa a la familia y ellos, a cambio,
nos regalan unos rudimentarios abrebotellas que ha hecho el padre: son
de madera y tienen una ardillita tallada en un extremo.
Para mi papi.
En marcha, tenemos por delante 10 horas de caminata.
Por todas partes nos atacan aranyas voladoras que pican, el sherpa nos
va dando collejones para matar las que se posaban en nuestra espalda.
Seguimos el camino por la via del tren, vemos mas bueyes y bufalos.
Hacia mediodia llegamos a una aldea de la etnia Taungyo y paramos a
comer en casa del medico, un senyor tan mayor que le habian vuelto a
salir los dientes de leche.
Mi estomago no esta aun recuperado asi que como sopa de jengibre.
Tomamos el te y Euge y Pato juegan con los ninyos y dibujan con los
lapices que les hemos regalado.
Mientras, yo escribo y mato a manotazos los pequenyos insectos que
vienen a incordiarme. Quien me ha visto y quien me ve.

Reemprendemos la marcha y en un caminito rodeado de arbustos...
- Stoooooooooooooooooooooooop!!!!
Una serpiente. El sherpa la aparta con su baston y continuamos andando.
Y si me pica? que horror... ya soy demasiado mayor para morir joven!.
El resto fue lo tipico: barro, sudor, bichos y ramas aranyandonos los brazos.
La PEJ cantamos Marco y Heidi. El sherpa flipa un poco...
El ultimo tramo es un bosque tropical con frutas extranyas, humedad
condensada y algun mono griton a lo lejos.
Me he dejado los cuadriceps varios monasterios mas atras.
Al llegar al pueblo estamos exhaustas.
Necesitamos urgentemente una ducha. Cuando me lave el pelo, con lo que
salga, me hare un cenicero de barro y grabare en el "Recuerdo de
Birmania".
Nuestro plan es salir esta misma noche hacia Mandalay con un autobus
nocturno pero los billetes estan agotados. No tenemos mas remedio que
pasar otra noche y otro dia en Kalow.
Al principio estamos contrariadas, pero luego nos damos cuenta de que
estamos de vacaciones.
"Nada es tan importante y nada es para siempre"
Decidimos emborracharnos con la cerveza asesina que bebe esta gente.
Antes de "irnos de copas" me rasco el bolsillo y chequeo mis mails.
Muchas alegrias y una decepcion.
Vamos a beber!
Nos metemos en el Hi, un bar de locales. Las mujeres tienen la entrada
prohibida, pero con las extranjeras hacen una excepcion. Todos estan
borrachos, tocan la guitarra y cantan canciones de los Beatles
traducidas al birmano.
Nos emborrachamos, cantamos con ellos y nos grabamos en video.
De vuelta al antro donde nos alojamos matamos varias cucarachas
tamanyo poney de feria y tapamos las sabanas sucias con nuestros
pareos.
Ponemos el iPod y escuchamos de cabo a rabo el "August and everything
after" de los Counting Crows, unos de los mejores discos de la
historia de la musica.
Se de alguien que un dia cantara "Anna begins"
n/j

VIII RAINDROPS KEEP FALLING ON MY HEAD

Nos hemos despertado con el escandalo de mil pajarracos y perros peleando, o copulando, o celebrando una especie de aquelarre canino. Aun no son las 6.
Los dias aqui son maravillosos, pero las noches... Las tres dormimos poco y mal, tenemos pesadillas y a veces tenemos que tomar somniferos.
Supongo que todo esto me hara valorar mas las noches en mi gran cama y mi colchon de latex; y el silencio de la casita de colores.
Hoy es un dia de espera hasta que tomemos el autobus a Mandalay. Pasearemos, compraremos te, comeremos en un restaurante nepali e iremos al templo a meditar y a tener una charla con Buda sobre Cristina.
En el mercado regateamos en cada paradita, Pato es implacable. Hacemos acopio de chucherias birmanas para el trayecto en bus y al terminar nos sentamos en una terracita a tomar batidos de fruta.
Aparece una avispa y Euge y yo corremos unas 10 vueltas alrededor de la mesa gritando. Pato se parte de risa, y los birmanos, ni os cuento.
Finalmente la avispa pica a Euge.
La camarera birmana le pone ajo en la picada y como si nada, oye.
Mas compritas y a comer al restaurante Everest, recomendado en la Lonely Planet. Solo verduritas, pero que rico...
Al terminar Euge y Pato piden un chapati con chocolate y banana, yo no quiero pero ellas insisten en que lo pruebe.
Venga va...
El chapati resulta ser una bomba de succion rectal.
Que malita estoy otra vez...

De repente chaparron, se nos acabo el dia de paseo. Las siguientes 5 horas las pasamos leyendo, bebiendo te, dejando pasar la tarde.
Yo vuelvo a gastarme un pastizal para enviaros un capitulo de nuestras aventuras. A ver si cuando llego os pagais algo.
Sobredosis de te y la tormenta que no para, no quiero ni pensar lo que debe ser este pais en epoca de lluvias.
Toca llamar a una de las madres, esta vez a la de Euge... emocion.
La semana proxima me tocara a mi.

Volvemos al hotel, nadando, para recoger las mochilas. Nos ponemos las capas para la lluvia, parecemos monstruos; los perros se apartan a nuestro paso.
Llegamos a la garita de la parada del bus para pasar la hora de retraso junto a una birmana divertidisima. Nos reimos con ella mientras esquivamos mosquitos gigantes.
Le pregunte que dia de la semana descansaba, dijo que ninguno; le pregunte cuando hacia vacaciones, dijo que nunca.
- You, holiday.
Dijo que para ella, las vacaciones eran llegar a casa por la noche y estar con su hijo y con su familia.
Pasamos un muy buen rato con ella y al final le regalamos maquillajes y cremas.
Llega el bus.
- Bus bus!!! - grito la china
- Eso???????????
- Yes bus!!!
- Pero ese es el que nos lleva al de verdad, no?
- No! night bus Mandalay
Y alli nos subimos.
Sinceramente, fue terrible. En el sitio de Pato habia un hierro que amenazaba con abrirle el craneo a cada bache; Euge, que tiene las piernas mas largas que un domingo sin dinero, tenia dos sacos de arroz en los pies y llevaba las rodillas en las orejas. Yo, que estaba en el asiento de la izquierda (estabamos en los traseros), tenia a mi lado a un birmano que parecia muerto y que iba cayendose encima de mi a cada bote hasta ocupar la mitad de mi asiento.
Calor, carreteras serpenteantes, hedor, piedras en el camino... imposible dormir.
A las dos de la manyana paramos en un "bar de carretera". Nos dirijimos todos en tropel hacia las letrinas y al llegar, nosotras que ibamos las ultimas, vimos como todos lo pasajeros daban media vuelta. Nos acercamos y vimos el espectaculo: miles, millones de insectos de todos los tamanyos comiendo heces y revoloteando alrededor de los neones del techo. Junto a un cazo oxidado que habia en el suelo, la cucaracha mas grande que he visto en mi vida. Tenia cuernos en lugar de antenas y el tamanyo de una rata.
Volvemos al bar y nos sentamos en una mesa donde correteaban mas cucarachas. A Pato le sube una por la espalda, se la quito con mas resignacion que asco. Euge se desespera ha de ir al banyo.
Aqui no hubo risas, solo silencio y cigarrillos birmanos.
Obviamente no quisimos comer nada en aquel pozo de excrementos. Solo queriamos llegar a algun lugar donde los insectos y la mugre no se nos comieran.
Al entrar de nuevo en el autobus, caminamos hacia el final viendo las caras tristes, de zombie, de los pasajeros.
De repente mi estomago hizo un triple mortal con tirabuzon y se torcio para el resto del trayecto.
Cuatro horas que pase entre nauseas, mareos y una incipiente depresion inundando mi piel, que se mezclaba con el sudor y la tierra.
n/j

IX MANDALAY

Sobre las 5 de la manyana llegamos a Mandalay, vencidas. Al bajar del autobus de la muerte se nos echa encima una avalancha de birmanos gritandonos "taxi, taxi!!!!". Cogemos el primero, a nadie se le pasa por la cabeza siquiera, regatear. Necesitamos terminar con esta pesadilla.
Cruzamos la ciudad en una pick up borrando de nuestra memoria a cada cruce, la noche vivida.
Llegamos al primer hotel del que habla la guia. Aqui tampoco regateamos, da igual cuando sea el desayuno, da igual cuanto cueste la habitacion, "saca los dolares y daselos"
Ducha rapida y a la cama. Al despertar empezara una nueva aventura de la PEJ, en otra ciudad distinta, mas lejos de vosotros... snif.

A las 11 nos despierta el caos del trafico. Miro a mi alrededor y veo una habitacion abusivamente mal decorada, pero limpia y con aire acodicionado. Somos felices.
Me planto mi camiseta de los Ramones, una minifalda y venga, a lucir mi nuevo tipazo de diarreica desnutrida.
Salimos a conocer Mandalay, antigua capital de Birmania. El trafico es una locura, las calles estan sucias y todo el mundo va rapidamente hacia algun lugar. Los hombres con sus longys y las mujeres con la cara pintada con tanaka. Despues de la tranquilidad de las montanyas esto nos choca tanto que parecemos tres viejas en un after. El calor es absolutamente insoportable, el sudor nos cae por la cara, por las piernas... Paramos a cada poquito para beber zumos y batidos.
Visitamos el Palacio Real y sus jardines, y subimos a la atalaya de 33 metros desde donde se puede apreciar la inmensidad de la urbe. Nos sentimos pequenyitas.
En uno de nuestros desplazamientos en trishaw, por la carretera que rodea el Palacio algo se me mete en el ojo. Cristo mayor, tengo que parar por el dolor. Euge que es mi enfermera, me saca del ojo un trozo de cristal y me banya en colirio.
Soy una desgraciada.

Al atardecer nos vamos a cenar a un restaurantito birmano. Pedimos arroz y verduritas. Ya no soy la unica que nos se atreve a pedir carne o pescado. Llevabamos un dia y medio sin comer.
Seguimos paseando. Mi parpado se va cerrando y todo el ojo esta hinchado.

De repente... el encuentro. Los valencianos. Al oirnos hablar castellano nos detectan y empiezan a hablarnos. Nos vamos juntos a tomar batidos y empezamos a hablar por turnos, casi uno encima del otro, emocionados. Ellos llevan medio anyo de viaje.
Un buen dia decidieron dejar sus trabajos y todo lo demas para dar la vuelta al mundo en 8 meses. Con dos cojones, che!.
Llevan tanto tiempo sin hablar con espanyoles que estan emocionados.
Nos explican que la Pantoja esta en el trullo, como nadie me habia dicho nada???? No les gusta nada el futbol asi que no pueden darme noticias del Osasuna. Azpi, Lasterra's... decidme algo!
Mi dolor aumenta y los valencianos, al ver el derrame, me dicen que bajo ningun concepto vaya a un medico en Myanmar, que es mejor ir a Bangkok. Aun falta mucho para llegar alli, asi que espero que se cure solo.

En el bar donde estamos reimos y gritamos. Como se nota cuando se juntan 5 espanyoles... Los birmanos nos mandan callar porque no les dejamos oir la telenovela.
Nos despedimos hasta el cabo de unas horas. Hemos decidido salir juntos de excursion. Que majos son, de verdad.
De vuelta a nuestra habitacion embaldosada leo Moby Dick, que esta interesantisimo, pero el dolor del ojo me obliga a dejarlo y a apagar mi linterna.
Me abrazo a la almohada e intento dormir.
n/j
pd: De verdad no entiendo como no me habiais dicho lo de la Pantoja...

X PERDIDOS EN EL TIEMPO

Me he levantado con el ojo ensangrentado pero con menos dolor. Muy
temprano salimos del hotel para ir con los valencianos a las tres
antiguas ciudades de los alrededores de Mandalay.
Me he dejado la bateria de la camara en la habitacion. Soy subnormal.
Recorremos los diferentes tramos de trayecto en pick up, coche de
caballos, bote y a pie.
La enfermera Euge me pone colirio a cada ratito.
Subimos a la pagoda mas alta de Sagaing desde donde se podian ver las
otras 499 que hay en la ciudad, como pasteles dorados y blancos entre
los altos arboles. Por todas partes los birmanos nos sonrien, como un
pueblo tan oprimido puede tener una gente tan amable?
En Inwa visitamos el antigo templo de piedra, sin restaurar. La imagen
era magica. Las raices de los arboles habian trepado por la vieja
piedra y el lugar daba la impresion de haber sido victima del
sortilegio de un malvado brujo. Parecia que en cualquier momento
pudiera aparecer una princesa encantada, despertada de un suenyo de
mil anyos.
En Amarapura paseamos por el puente de madera mas largo del mundo y
vimos el atardecer.
Estamos absolutamente encantados con todo y con todos.

De camino al hotel me doy cuenta de que llevaba la bateria de la
camara en la mochila. Lo dicho, soy subnormal.

En la ducha toca la tarea diaria de desincrustarnos el barro que las
intermitentes tormentas han dejado en nuestra ropa y nuestra piel.
Hemos quedado todos en recepcion (los valencianos se han venido a
nuestro hotel) y nos vamos los 5 inseparables a un restaurante de
lujo. En lugar de taburetes de plastico tenemos sillas, en lugar de un
rollo de papel de wc, hay servilletas, en lugar de arroz, un panecillo
y en lugar de cucarachas en la mesa, hay un salero y un jarron con
flores.
Llevaba 13 dias sin comer carne ni pescado y me he zampado un bistec de
me-da-igual-que-animal-sea-no-quiero-ni-pensarlo.
Bebemos cerveza y nos ponemos contentos. Hasta ahora las cenas habian
sido de media hora y"salgamos de aqui que nos comen los
bichos". En este restaurante entramos los primeros y salimos
los ultimos. Toda una sobremesa, con cafe incluido.
Jorge es la risa, y cuando le preguntamos como conocio a Paula se le
ilumino la cara y nos conto de principio a fin su romantica historia.
Todo con bromas, exageraciones y chistes agudos por en medio. Nos
morimos de la risa.
Se besan entre carcajada y carcajada.
Son perfectos.
Estamos verdes de la envidia, pero parece que el amor existe.

Medio cegata he ido a buscar un ordenador para escribiros esquivando
cucarachas king size en la oscuridad. No enciendo el frontal porque
entonces los bichos van a la luz, que como bien dice el nombre, esta
en mi frente; y cuando ves como todos esos puntitos blancos, en la
negra noche, van directos hacia tu cara, te parece que desde tu nariz,
vayan a aparecer los creditos de la Guerra de las Galaxias.

Nicole: muchos besos a Guille (y a su enfermera guapa) de parte de las tres.

Al volver al hotel mis compis estan relajadas leyendo.
Yo me quedo mirando al techo con cara de imbecil haciendome preguntas
aun mas imbeciles.
Hacia las dos me he levantado para vomitar el bistec.
n/j

XI MINGUN

Arriba espanyoles!

Desayuno y check out.

Otra ciudad que queda atras. Hoy iremos a Mingun, hacia el norte.

El trayecto esta vez es en barcaza, al subir vemos como la barandilla de la pasarela es una canya larga de bambu sostenida en sus extremos por dos birmanos.

Mientras remontamos el rio los valencianos me dan todas las instrucciones necesarias para viaje en solitario por tierras tailandesas la semana proxima.

El Rey Wodau Paya decidio construir en Mingun la pagoda mas grande del mundo, iba a medir 150 metros y los obreros eran esclavos. El tipo casco antes de terminarla y el pueblo dijo que la acabara Rita. Lo que ha quedado es una gigantesca mole de ladrillo sin la capa de argamasa que le hubiera dado su forma exterior ni el oro que la hubiera cubierto.

La visita a la ruina es complicada e incluso peligrosa, encima, estos birmanos te hacen descalzarte para caminar entre las piedras. Pero si esto no es un templo, hombre! Si parece la M30.

Vimos tambien la campana intacta mas grande del mundo. Pesa 90 toneladas. En Moscu hay una tres veces mas grande pero como tiene una raja, ahhhhhhhhh, se siente! Pierdes.

La tercera es la de Saint Paul's church, que es 14 veces mas pequenya, asi que, imaginad el campanon.

Compramos regalitos y volvemos al barco a tostarnos en cubierta como abuelitos del Imserso.

Desembarcamos y nos vamos a una agencia de viajes a cambiar toooooodos los vuelos nacionales e internacionales. Hemos decidido hacer el resto del viaje por el pais juntitos.

Vamos a ir en los mismos taxis, burros y aviones, dormiremos en los mismos hoteles, comeremos en los mismos restaurantes, pisaremos las mismas cucarachas, nos picaran los mismos mosquitos y saldremos juntos en las fotos.

Ole ole ole!!!

Volvemos a cenar en el restaurante pastoso. Cervezas y risas.

Que atras queda el recuerdo del autobus de la muerte.

Despues fuimos a Internet a descargar fotitos y a mandar emails.

Batidito de fresa y al hotel.

En esta habitacion solo he tenido que matar una cucaracha, me siento muy privilegiada.

Me he tomado un somnifero para no pasar las proximas horas dandole vueltas a cosas que no supe solucionar en su momento, asi que os escribo medio colocada, disculpad las incoherencias y el tono excesivamente informal.

Besos psicotropicos.

n/j

XII El desafio espanyol

He sonyado que me casaba y que oficiaba la ceremonia mi amigo Meter Collins vestido de escoces.
En fin...

Ultimo desayuno en Mandalay.
Los espanyoles emprenden una nueva aventura.
Cogemos una ranchera y nos vamos hacia Pyin U Lwin a ver las cataratas de Anisakan y el parque nacional.
Por delante tres horas de carretera, atras queda el caos y la polucion.

Al llegar, como siempre, testeo hotelero. Al final nos decidimos por el Grace, uno horroroso, como todos.
Los valencianets tiene la habitacion contigua y mientras Jorge se peleaba en recepcion a muerte por rebajar medio dolar la noche, Paula dio un grito.


- Que pasa????
- La he tocado, la he tocado...
- Pero, que has tocado???
- Eso...

Una cucaracha enorme, asquerosa, repugnante... en el pomo de la puerta de su habitacion.
La PEJ tuvo que actuar rapidamente: Pato se saco la zapatilla, le dio un chancletazo mortal al animalejo, Paula grito y yo, con un trozo de papel de wc, recogi las tripas desparramadas por toda la madera de la
puerta.
Vamonos a comer!

El pueblo esta a un par de kilometros del hotel e hicimos el trayecto en la carroza de Maria Antonieta. Jorge, que no cabia, iba en el pescante. Nos metimos en un restaurantito que tenia buena pinta, pero desgraciadamente, nos dieron hamburguesas de perro o rata, no tuve claro.
Despues paseamos por el pueblo preguntando en todos los bares si en alguno tenian tv satelite para ver la F1.
Fracaso absoluto.

En Pyin U Lwin quedan muchas de las casas inglesas de la epoca colonial y entre ellas aparecio, como un oasis, una cafeteria de aquella epoca con suculentos pasteles en su aparador.
Nos metimos alli y nos pusimos las botas.
De repente tormenta, como siempre.
Y alli nos quedamos, horas, escuchando con la boca abierta a los valencianos. Jorge ha ido varias veces de expedicion al Polo Norte y al Everest y Paula trabajaba, hasta antes de venir, entre tiburones, delfines y ballenas. Escuchar sus aventuras es como ver una película del IMAX.

De vuelta al hotel, ya de noche, nos juntamos todos en una habitacion, movimos las camas, montamos un picnic de chuches y nos pusinos a ver la tele juntos. Obviamente no entendiamos nada, pero nos partiamos de la risa viendo la version india de CSI, Special Squad. La bomba...
Asi pasamos unas horas, con la lluvia aparentemente eterna sonando tras las paredes humedas de la habitacion.


Nos despedimos hasta la hora del desayuno.

Antes de acostarnos tenemos que hacer un autentico despliegue: rociamos toda la habitacion con mata cucarachas, aplastamos mosquitos contra las paredes, colgamos mosquiteras, sacamos las mantas podridas de las camas y ponemos nuestros pareos...

He olvidado todos los dias tomar la vacuna, volvere con Dengue,
Malaria, sarna, hongos y caspa.

Pato y Euge se quedaron pronto dormida, yo vi, the House of Wax, una
pelicula de terror con Paris Hilton.
Doble terror.


Besossssssssssssssssss
n/j

XIII ENTRE FLORES Y ELEFANTES

Nos levantamos prontito y desayunamos platanos, tostadas y microtortilla de un microhuevo de microave desconocida; y te claro, sera por te...

Pasamos la manyana en los Jardines Nacionales de Kandawggyi. Hemos caminado por bosques de bambu, hemos visto orquideas rarisimas, hemos dado de comer a los jibones -unos monitos graciosisimos- hemos estado entre elefantes (y los he tocado!) y hemos visto otros animales que no se que son.

La verdad es que para mi, que soy tan de ciudad, ha sido una experiencia increible.

Estamos muy contentos...

... pero nos largamos de aqui!.

Hoy nos vamos a Bagan, hacia el oeste, y en avion, como senyores.

La experiencia aeropuerto myanmarenyo merece un capitulo entero de estas cronicas, pero no quiero aburriros mas. Ya vereis las fotos.

Durante el vuelo como no, tormenta. El maldito cambio climatico esta volviendo loco al monzon. Tal y como desembarcamos nos cobran 10$ por entrar en la ciudad porque se considera ruina arqueologica.

Aqui el hotel lo tenemos ya escogido previamente (eh mafia! el de las fotos que os ensenye en la ofi!). LLegamos los cinco mugrientos en una furgonetita desde el aeropuerto y zas! el paraiso.

Nos alojamos en bungalows de teca con habitaciones limpisimas y aire acondicionado,y estamos rodeados de pagodas en ruinas. La bomba.

Unos birmanos cargan con nuestras mochilas hasta las habitaciones y, despues de una duchita, nos ponemos guapos y salimos a ver el pueblo.

Como nos sentimos ricos y estupendos nos metemos en un restaurante precioso que ofrece comida occidental. Al ir a lavarme las manos un birmano vino con una toalla y me las seco... otro me puso la servilleta sobre las piernas, etc... muy fuerte.

La comida era basura, pero que felices estabamos...

En el restaurante coincidimos con el mismo australiano guapo que lleva haciendo el mismo itinerario que nosotras desde que llegamos a este pais.

Despues, paseito viendo los puestos de artesania de la zona, charlitas y risas.

De vuelta al hotel tenemos todos una gran sonrisa de satisfaccion, nos sentimos millonarios.

Nos lo mereciamos.

Be$o$

n/j

XIV INTERNATIONAL CALL PLEASE?

Me he despertado sintiendo una suave caricia en el muslo, mmmmmmmmmmmmmmm, que rico... al abrir los ojos he visto una cucaracha subiendome por la pierna.
Diossssssssssss y rediosssssssss, que asco!
Se que no es culpa del hotel, sino de la zona en la que estamos, no puedo enfadarme, pero en la ducha me he desollado entera.
En el banyo de la habitacion hay un gran espejo, hacia tanto que no me veia en uno...
Tengo un aspecto deplorable: mis hombros son como un paso de cebra por las marcas del sol y las diferentes camisetas: mi pelo es un mocho: tengo la piel de papel de churro y el cuerpo plagado de picadas de diferentes insectos.
Me hago una coleta y salgo a desayunar.
Fuera, en el bungalow donde se sirve el desayuno, estaban todos los espanyoles y todas las moscas de Birmania.
Mapa, guia y planes.
Salimos a conocer Bagan de dia.
Paramos para hacer la llamada materna semanal. Esta vez me toca a mi!!! Mi madre estaba sobadisima y no se ha enterado mucho, pero a mi me ha encantado oir su voz.
Hago otra llamada pero no me contestan.
Reintento. Nada.
Seguimos paseando.
Aqui todo es tranquilidad, por todas partes se ve a gente dormida en sus carros, en esterillas por el suelo... como los perros y lo digo sin animo de ofender.
A cada paso hay templos, pagodas y escorpiones atropellados, esperamos no encontrarnos ninguno vivo.
Reintento de llamada. Nada.
Nos metemos en una chabola de paja a beber batiditos de fruta y a Pato le pica una aranya asquerosisima en una pierna. Se le ha puesto el gemelo como una paellera para 6.
Vuelvo a intentar llamar, otra vez, otra...
Desisto.
De vuelta a nuestro super Resort dejamos en recepcion nuestra ropa ronyosa para que nos la laven, como los ricos.
Hemos encargado que cinco masajistas vengan a nuestras habitaciones. Se que suena a frase de jugador putero del Real Madrid, pero es que aqui funciona asi.
A las 6 de la tarde aparecieron cinco mujeres de piel oscura, con sus faldas tipicas y sus manos de angel que nos hicieron tocar el cielo durante una hora.
Que maravilla.
Al terminar nos reencontramos todos en el porche del bungalow con cara de drogados y sin apenas poder hablar.
Nos vamos a cenar, arrastrandonos.
Yo me escapo, como siempre, a chequear mi mail.
Un mail bonito... que bien.
Hoy desistimos de los intentos de cocina occidental que perpetra esta gente y comemos de lo suyo, que esta muy rico, oye.
Tenemos todos el tonto subido y hoy los chistes (nivelazo), las bromas y las risas, alargaron la cena hasta que cerraron el restaurante.
Yo estoy de muy buen humor.
Para mi esta ha sido, sin duda, la mejor noche en Myanmar.
Feliz cumpleanyos, V.

n/j

XV PAGODAS A MANSALVA

Anoche me tome un somnifero. A este paso acabare como Carmina Ordonyez.

No se que cortocircuito ha causado en mi cerebro pero he hablado en suenyos, he caminado por la habitacion dormida, he tenido pesadillas, he gritado...

A las 7 me he despertado sin saber donde estaba ni practicamente quien era.

Ducha y desayuno con el Spain Team.

Alquilamos 5 bicis ronyosas y nos dirigimos hacia el Antiguo Bagan.

Entrad en Google Imagenes y escribid Old Bagan, ahi estoy yo. Podeis odiarme, lo entendere.

Hay mas de 2000 templos aqui, de todas las epocas y todos estan rodeados de verdes caminos. Esta es una de las maravillas del mundo.

Vamos paseando y entrando en los templos que nos apetece, algunos tienen mas de 1000 anyos. Dentro hay pinturas que han ido perdiendo su color y su oro y que ocupan altisimos muros y bovedas. Budas dorados, de terracota, sentados, estirados, solos, en companyia...

Todo es magico.

En uno de ellos coincidimos con un australiano guapisimo, la PEJ al completo casi se despenya templo abajo, que tio...

Seguimos pedaleando, el sol nos calcina, el sudor cae por cabeza, espalda y piernas. La marca de la camiseta que me esta quedando es atroz.

Paramos a comer en un restaurante de lujo y comemos de idem.

Seguimos con las bicis, haciendo fotos cantando Pimpinela y riendo.

Va a ser duro separarme de ellos.

De vuelta a nuestro pueblecito compro regalitos que llegaran rotos y me voy al hotel a darme una ducha imprescindible.

Tengo mi mochila preparada.

Me despido rapido, esas cosas se me dan fatal...

En honor a la Pantoja he alquilado un carro rociero que me llevara al aeropuerto. Me pongo en marcha mientras grito: justicia! solo quiero justicia para mi y para mi Julian!

Los valencianos se van a Bangladesh. Pato y Euge se marchan al oeste, a unas playas maravillosas...

...y yo, me voy a Tailandia, pero esa ya, es otra historia.

n/j

Objetivo Birmania mayo 2007

Agradecimientos:

A Pato y a Euge por haberme cuidado tanto. A los valencianos por sus risas y por las bridas para mi mochila. A todos lo que habeis tenido la paciencia de leerme y a los que lo habeis intentado pero habeis acabado metiendome en el spam. A las sonrisas de los ninyos birmanos. A Buda y a las estrellas.

Gracias.