viernes, 30 de mayo de 2008

Ha sido taaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaan bonito

El invierno que me fui a vivir a Viena el sol se escondió durante siete meses. Ese año se publicó Dummy.
Pasé aquel primer invierno escuchando ese disco, cómo no terminé colgada de una viga, aún no lo sé.

Hoy, soplecientos años más tarde, he escuchado de nuevo aquella voz de invierno nevado, en primavera: en el Primavera Sound.
No sólo la voz de Beth Gibbons es fuera de lo común sino lo que la cantante hace con ella. Es narcótica, doliente y adictiva.
Beth Gibbons canta en clave de tristeza.

Antes de Portishead han actuado los electrochachis MGMT y después De la Soul. Pero para elenco el nuestro: Mendi cantando subida a una valla, Ruth con gafas de sol, Bruno, Dj. Hugo, Guille, María y su maría, valga la refumancia.

El concierto de Portishead nos ha puesto a todos la carne de pavo y, a pesar de que no acudiría a esta mujer para pedirle consuelo si me dejara un novio, Beth Gibbons es, en mi opinión, la voz femenina más importante de la década de los 90.

Y eso, que son las 5 de la mañana, acabo de llegar a casa y tengo que hacer la maleta porque mañana a mediodía, directamente desde el trabajo, vuelo a Sevilla para seguir de conciertos, esta vez Territorios.
Es que es un no parar…

miércoles, 28 de mayo de 2008

El balcón de Daniela

Daniela guarda los zapatos en un armario de su balcón.
Cada mañana sale a escoger el par que llevará ese día. A veces va a por ellos a medio vestir: con calcetines de colores, falda y camiseta interior y ella sabe que tiene un aspecto ridículo. Nadie va a verla, nadie; no a esas horas; pero ella ha tenido el valor de salir al mundo sin importarle su imagen y se siente atrevida y fuerte. Y entonces sonríe.
Hay días en que Daniela va al armario de los zapatos con medias encajadas en lo alto de los muslos y ropa interior negra. Nadie va a verla, pero ella se siente de nuevo atrevida y entonces también sonríe.

Daniela nunca ve a otras personas desde su balcón.
Es como si no hubiera nadie al mismo tiempo que ella en esos edificios; como si los que allí viven, se turnaran para ser los protagonistas de la película de aquel patio. No hay ruidos.

Daniela se despierta todas las madrugadas con los gritos de las gaviotas y se acuesta con el lamento de un buque.

Los fines de semana Daniela toca el piano para todos.
Nunca nadie se ha quejado ni ha pedido que repitiera una pieza.

Cuando tiende su ropa observa la de los demás e imagina sus cuerpos; se fija en sus camisas e imagina sus trabajos. Si ve algún vestido colgado un domingo piensa en que alguna mujer fue a una fiesta, tal vez, el día anterior.

Daniela sabe quien cocina bien, quien fuma y quien está muy solo; quien tiene gatos o cuida las plantas.

Por las noches Daniela saca sus zapatos al balcón y les desea buenas noches a todos.







lunes, 26 de mayo de 2008

De verdad, cómo me gustan.

Ya del concierto en el Sidecar salí muy enamorada de todo el grupo, pero si yo voy por la calle y me encuentro esto, me agarro al tobillo de Pucho y me llevan arrastrando hasta la Fnac.

domingo, 25 de mayo de 2008

¿Humor amarillo?

A veces voy a conciertos de grupos de los que sólo he escuchado una canción, o voy a ver películas sin saber de qué van bastándome como referencia el director o algún actor.
Ayer fui al teatro sin tener ni idea de qué iba a ver.

JUMP se representa desde el 20 de mayo en el Teatre Victoria de Barcelona. (Dadle al video, por favor)
La obra en cuestión es una versión cómico-musical de la casa de la pradera con mensaje de arte marcial y banda sonora en clave de heavy.
En la familia Jump, cada uno de los miembros incluidos la niña y el abuelo, domina un arte de combate.
Yo estaba clavada en mi butaca viendo como a mitad de una lucha con espadas cambiaban las luces, sonaban guitarras eléctricas y toda la familia se ponía a bailar rock.

De vez en cuando giraba mi cabeza hacia Yago que me preguntaba con la mirada “¿qué me has traído a ver?” y yo ponía carita de buena queriendo disculparme con un “luego te invito a cenar”.
La representación se retorcía en su absurdo cada vez más con referencias a los payasos de circo occidental, al Dr Jeckyll y Mr. Hyde, el alcoholismo y la mafia china.
La temperatura del teatro bajaba de una forma cruel y constante.

Escena de amor entre la niña china, una sobrina bastarda de Jackie Chan, y el ladrón con pelo afro que había entrado a robar. Guitarras de Gary Moore.
Por unos minutos vi tambalearse una amistad de 20 años.

Las luces se apagan, batalla con espadas láser, el metal retumba en el teatro.
Llega el turno de las acrobacias, el abuelo chino empieza a subir por las paredes y dar saltos mortales por los aires.
No estoy preparada para el arte conceptual a este nivel.

Me olvidé de la obra y me dediqué a pensar en mis cosas, estructuré un discurso para la cena, ordené mis ideas y esperé pacientemente a que aquella locura terminara.

Setenta y cinco minutos de saltos y locura oriental. De allí nos adentramos en el Raval, para cenar, beber y hablar mucho.

Cuando llegué a casa me acordé de los chinos acróbatas y pensé en cómo reconforta pensar que siempre hay alguien que está peor que tú.

martes, 20 de mayo de 2008

NICER DICER

Antes de entrar en el mundo del trabajo, del vino caro, del pago de hipotecas/alquileres y del “a mí es que me gusta hacer cosas de día” lo que nos gustaba a todos era salir de noche hasta reventar.

Mis padres tenían una casa en la Costa Brava y todos lo viernes se iban hasta el domingo por la noche.
No es que confiaran en mí, es que preferían no saber.
Mi casa se convertía en el cuartel general para las juergas con mis amigos. Primero íbamos al Classic, un bar donde jugábamos al futbolín y bebíamos Voll Dam, después al mítico Toque BCN y cuando cerraban volvíamos a casa, parándonos en parques para columpiarnos en los balancines, reír y ver salir el sol.
En casa desvalijábamos el mueble bar de mis padres seguíamos poniendo música y bajábamos las persianas. Algunos de nosotros caían dormidos (nunca entenderé cómo lo conseguían) otros, incapaces de formar frases con sentido encendíamos la televisión y con los ojos como paelleras para doce veíamos la teletienda.
Era terrible, aquellos anuncios duraban veinte minutos, los productos eran absurdos, el doblaje estaba tan mal sincronizado que parecía montado por un sordo. Siempre asocié el bajón con la teletienda.
Aquella publicidad para gente sin criterio, sin gusto y sin vida social era el castigo para los excesos de droga, alcohol y música indie.
Vaya si pagamos el precio…

El fin de semana terminaba con una sesión a contrarreloj de limpieza, ventanales abiertos y mi madre preguntando al volver por qué no me había comido los filetes de lenguado que me había dejado en la nevera.

Han pasado muchos años y, por encima de que mis amigos tengan hijos, el Toque BCN ya no exista o de que los grupos que yo escuchaba se hayan pasado a la electrónica, lo que me ha hecho darme cuenta de que todo aquello acabó es que…

YA TENGO UN NICER DICER!!!

Este cacharro corta verduras, fruta, queso, huevos duros y todo lo que le pongas en cuadraditos de dos tamaños distintos, se limpia súper fácilmente y cada día lo utilizo aunque no lo necesite.



Estoy convencida de que Vincenzo Natali se inspiró en este maravilloso artilugio para filmar la primera escena de su famosa película.


Estoy encantada con mi Nicer Dicer it’s so quick, easy and safe!


El tiempo pasa que es una barbaridad…

sábado, 17 de mayo de 2008

A quien le guste el vino que levante la manooooooooooo



Anoche el Club Catavinos Olimpo celebró las 100.000 visitas en su web.
Entendidos, borrachos y simpatizantes nos reunimos para beber, comer y reír.
Javi fue el super anfitrión (la Preysler es una rancia a su lado) pero estuvo cubierto en todo momento por Sandra que estaba guapísima y encantadora; Eladi que sirvió y aleccionó, Fede y su tremenda sonrisa (ke hacer?) y Juli que llevaba un pedazo de cámara que de momento no sabe utilizar.

Yo me llevé amiguetes y la verdad es que se sintieron muy a gusto.

El Club Catavinos no es uno de esos grupos de gente estirada que habla de vino como si todo lo demás no importara. Los de este club son gente sencilla, del barrio; los hay que saben y los hay que aprenden, pero todos son más amantes de la risa que de la uva.

Para mí la mejor copa fue la de Viña Tondonia blanco. Es viura y malvasía y me supo a roble y a fruta ácida al final, más viejo que los blancos habituales, con un colorcito de ámbar muy bonito. Qué joya…


jueves, 15 de mayo de 2008

Fragile

Yago hizo su primer corto a los 14 años, íbamos juntos al cole. Entonces él quería vivir del cine y yo del deporte.

Yago vive del cine.
Yo me he roto todos los huesos y tengo que pagar para ir a un gimnasio.

Este video que presenta el nuevo trabajo de Savia es lo último que ha hecho Yago. A él no le gusta como ha quedado, que tenía cuatro duros de presupuesto -dice-, que cumplió y ya.
De todas formas ahí están sus detallitos, como que los instrumentos sean verdes, que el suelo esté mojado o que los integrantes de este grupo metalero vayan vestidos como maniquíes de H&M.

La canción no es mi rollo, aunque el principio me recuerda la entrada del Roots Bloody Roots de Sepultura y me entran nostalgias juveniles.

De todas formas lo ha hecho mi amigo y ya sólo por eso a mí me encanta.

martes, 13 de mayo de 2008

Ciber-romántica


El fin de semana ha durado tres días en Cataluña y todo el tiempo ha diluviado.
He vivido esos días en un estado prácticamente plano, sin alcanzar a distinguir entre la mañana y la tarde porque las nubes uniformaron el tiempo y el ánimo con un trajecito gris, mal hecho y con olor a humedad.

Una mañana, cuando empecé a delirar viendo crecer musgo en las paredes de la cocina, me empujé a mí misma a la calle y terminé viendo una exposición.

Y como a veces la vida tiene estas cosas, la expo se alió con el cielo, con el humor y con el estado plano y le terminó dando sentido a todo.

La colección Paisajes Ciber-románticos de Albet Puntí la forman fotografías de una Barcelona abandonada en el tiempo, vista desde el futuro, engullida por la naturaleza y sólo observada por un extraño viajero…

Las imágenes me parecieron preciosas, pero también me recordaron a la escena final de una película que me perturbó mucho de pequeña, y en cierta manera me entristecieron; pero de eso también tuvo la culpa la humedad, el frío y esta cabeza mía que se cansa de tanto dar saltos de alegría y se para, de vez en cuando, a echar un trago… de agua de lluvia, claro.



domingo, 11 de mayo de 2008

Una vez más, La Vinya del Senyor.



Llovía, llovía y llovía, como para quedarse en casita con una manta, peli y palomitas de mercadona, pero yo ya le había creado a mi acompañante muchas expectativas sobre el restaurante como para retrasar más aquella cita.

Taxis, resbalones en los adoquines del Borne, mi pelo absolutamente imposible… sorteamos todos los obstáculos hasta aterrizar frente al camarero chachi de la Vinya del Senyor.

Este mini local lleno de encanto (qué rabia me da esta expresión) está frente a la Iglesia de Santa María del Mar y no tiene web ni falta que le hace, como para que se llene más.
Las paredes están forradas de botellas, tiene un segundo piso con apariencia de privé de puticlub de fin de siglo y un aforo de 6 personas, calculo.
Afuera, hay terracita. Con la que caía, ni Noé se habría pedido una copa.

La carta de vinos es como la funda de mi nórdico y allí te puedes perder en las más 400 referencias nacionales y de por ahí.
Nuestra elección: Atalayas de Golbán. A mí primero me pareció demasiado intenso, al ratito, pues mejor.

Conversamos con un camarero (al principio los tres) sobre la sobrevaloración de los prioratos, lo tremendos que estaban saliendo algunos bierzos y sobre el maléfico Parker. Al de un ratito, cuando yo ya no sabía si hablaban de vinos o de herramientas de bricolage, me limité a agitar mi rubia melena y a engullir el duerito.

Para amortiguar el alcohol de la cena (y el de los cubatas de antes) pedimos ventresca de bonito, albóndigas de foie y ceps, secallones, surtido de quesos y codornices.
Todo delicioso.

Cuando las hordas de ingleses empezaron a replegarse conseguimos ocupar la mesita de arriba y allí discutimos sobre cine (aún me siento profundamente ofendida por el insulto a mi favorita).
Desde la ventana se veía brillar la vieja piedra del suelo de la placita de Santa María.

sábado, 10 de mayo de 2008

Música para meniscos rotos.

Ayer había ganas de concierto (como siempre) pero lleva lloviendo en mi ciudad desde ya ni sé cuándo, y los ánimos y las articulaciones no estaban muy saltarines.
Anoche First Aid Kit presentó su nuevo disco, Plaits.
Pop electrónico tranquilote, la bonita voz de Agnès y mucho emo llorón arrastrándose por el Apolo.
Y ron, bastante ron.

Su música suena así:

jueves, 8 de mayo de 2008

Un día con la familia ratón

Yo también he sucumbido a la tentación de los realities, ya véis...
Nada especial, como podréis apreciar: tenemos un niño, yo me ocupo de la casa (soy una gran cocinera), vamos en vespa porque no nos gusta el estrés de los coches, en los ratos libres me dedico a la música y mi marido escribe...
Bueno, The Knife os lo explica mejor:

miércoles, 7 de mayo de 2008

Salta al campoooooooooooooooooooo



Hay gente con nombre terribles, todos conocemos a alguien que conoce a alguien que se llama Onofre Nillo o algo así, pero... y tener un nombre terrible y ser jugador de fútbol? que griten tu malsonante apellido multitudes en las gradas?


Ahí va un listado de nombres muy graciosos de futbolistas.
Cómo me gustaría escuchar las bromitas de los espectadores en algún estadio del sur de España...


- Miljan Mrdakovic (delantero serbio del Vitoria de Guimaraes)

-Ciprian Marica (jugador rumano del Stuttgart).

-Elano (brasileño del Manchester City)

-Hosni Abd Rabou (pronunciado Rabo) Es una de las estrellas de Egipto (Campeona este año de la Copa África)

-Kenny Moco (francés del Borussia Neunkrichen)

-Kemoko y Karamoko (portero y delantero respectivamente de la selección guineana)

-Banel Nicolita (Steaua Bucarest)

-Massimo Monopoli (jugador italiano sin equipo en la actualidad)

-Juan Pajuelo (defensa del Atlético Universidad peruano)

-Bekim Kastrati (jugador albanés del Fortuna Dusseldorf)

-Lapolla (jugador uruguayo)

-Antonio Inutile (delantero brasileño del Baasa)

-Per Mertesacker (defensa internacional alemán del Borussia Dortmund) Se pronuncia METE-SAKA

-Jamba (central angoleño)

-Álvaro Saborío (delantero costaricense del Sion)

-José Francisco Porras (portero costarricense del Deportivo Saprissa)


Un beso Nacho!

martes, 6 de mayo de 2008

NARGIS

Se cuentan 22.000 muertos ya en Myanmar y más de 40.000 desaparecidos.
El ciclón Nargis se ha tragado pueblos enteros.

Hace casi 50 años que este país vive doblado por el peso de la Junta Militar, su cerrazón está pasando ahora factura: las organizaciones internacionales no pueden entrar para prestar la ayuda humanitaria imprescindible. No hay agua ni electricidad, no hay comida y en breve comenzarán a hacer estragos las epidemias.

Hace unos meses recorrí ese país con dos amigas y nos maravilló el hecho de que un pueblo tan oprimido pudiera ser tan amable y desinteresado. Estuvimos en aldeas que ya no existen e hicimos amigos que han perdido todo.

Siempre los más castigados se llevan la peor parte.
Mierda.


Para el que se aburra, ahí están mis crónicas.
http://nina-raval.blogspot.com/2007/05/objetivo-birmania.html

lunes, 5 de mayo de 2008

Para qué sirven los libros...


Elías había sido un niño tímido y eso hizo que tuviera una infancia y primera juventud marcada por la inseguridad y la introspección.
Al acercarse a la treintena la vida se puso de su parte y ser tímido, ver cine raro y llevar gafas de pasta se puso de moda.
Elías hizo cuentas con la sociedad y se llevó la bolsa llena.
Ahora era un diseñador con estudio propio, un bonito piso en el Raval, y una novia objetivamente hermosa. Sin modas.

Elías y Elsa desayunaban en la terraza del Kasparo mientras leían el periódico repartiéndose las secciones. En la otra silla se calentaban al sol el bolso de Elsa, su chaqueta de punto y su libro.
Elías levantaba la mirada de vez en cuando para hablarle a Elsa pero volvía a bajarla, sin pasar páginas hacía tiempo.
La mesa cojeaba y Elías interpretó en aquella cadencia asonante la torpeza de su infancia que volvía para arruinarlo todo.
Elías quería pedirle a Elsa que vivieran juntos, pero la voz le temblaba como la maldita pata de aquella mesa. Intentaba mantenerla firme, pero no lo conseguía.
- ¿Me dejas el libro?- le preguntó a Elsa
- Claro
Y Elías calzó la mesa con aquella novela, cogió aire y empezó a hablar.