Hoy es sábado… y hay que ir a trabajar.
A mediodía tareas domésticas y, al terminar, me he ido al Kaoma a leer. El Kaoma es un restaurante de dos pisos con una gran terraza sobre el río y unas vistas impresionantes. Para construirlo han debido desforestar medio Nicaragua, absolutamente todo es de madera maciza, precioso aunque un crimen contra la naturaleza. En el Kaoma sirven jamaica, un refresco típico de esta zona, natural, hecho con una flor de té machacada y servido con hielo. Tiene un intenso color Burdeos y está riquísimo.
Cuando me he dispuesto a abrir y disfrutar de mi libro en ese bonito rincón, ha aparecido el doctor Escalante, un cardiólogo cubano que vive desde hace poco en San Carlos. Tiene 30 años, fue el primero de su promoción, ha vivido en Argel y Marruecos y es un hombre muy inteligente. Hemos estado hablando de los libros que nos gustan y de los viajes que hemos hecho.
Después de dos jamaicas fresquitos hemos hablado de trabajo y me ha confesado que se sentía muy afortunado, que ganaba un muy buen sueldo y eso le permitía enviar dinero a su familia todos lo meses.
- Realmente poca gente aquí gana tanto como yo
- Vaya, ¿y cuánto es eso?
- 15.000 córdobas
- Vaya! Eso son… eso son… 600 euros!
Sólo movida por la indignación empecé a hablar de lo que gana un médico en España, le expliqué lo que yo le pagaba a mis doctores en la clínica, lo que cobran mis amigos dentistas…
Y, cuando me di cuenta, Escalante estaba con la mirada perdida en el horizonte, más allá del margen del río. Creo que debía estar pensando en tirarse de cabeza… o ahogarme a mí en él.
25/08/07
A mediodía tareas domésticas y, al terminar, me he ido al Kaoma a leer. El Kaoma es un restaurante de dos pisos con una gran terraza sobre el río y unas vistas impresionantes. Para construirlo han debido desforestar medio Nicaragua, absolutamente todo es de madera maciza, precioso aunque un crimen contra la naturaleza. En el Kaoma sirven jamaica, un refresco típico de esta zona, natural, hecho con una flor de té machacada y servido con hielo. Tiene un intenso color Burdeos y está riquísimo.
Cuando me he dispuesto a abrir y disfrutar de mi libro en ese bonito rincón, ha aparecido el doctor Escalante, un cardiólogo cubano que vive desde hace poco en San Carlos. Tiene 30 años, fue el primero de su promoción, ha vivido en Argel y Marruecos y es un hombre muy inteligente. Hemos estado hablando de los libros que nos gustan y de los viajes que hemos hecho.
Después de dos jamaicas fresquitos hemos hablado de trabajo y me ha confesado que se sentía muy afortunado, que ganaba un muy buen sueldo y eso le permitía enviar dinero a su familia todos lo meses.
- Realmente poca gente aquí gana tanto como yo
- Vaya, ¿y cuánto es eso?
- 15.000 córdobas
- Vaya! Eso son… eso son… 600 euros!
Sólo movida por la indignación empecé a hablar de lo que gana un médico en España, le expliqué lo que yo le pagaba a mis doctores en la clínica, lo que cobran mis amigos dentistas…
Y, cuando me di cuenta, Escalante estaba con la mirada perdida en el horizonte, más allá del margen del río. Creo que debía estar pensando en tirarse de cabeza… o ahogarme a mí en él.
25/08/07
Moixo…Te he dicho que me encantan tus crónicas!! Déjate de masters y leches y ponte a escribir un libro yaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarTe forrabas, te lo digo…
Bueno, luego te escribo…
Besos,
Eli
et faig un suggeriment: quan vagis al Kaoma a llegir porta una samarreta (que et pots pintar tu mateixa) on posi "que pena de áboles que yacen bajo mis pies" i així disminueixes la contradicció d'estar gaudint d'un lloc tan especial i tan assessí alhora. :-)
ResponderEliminarbesets