martes, 7 de agosto de 2007

DESDE EL CORAZÓN, DE AMÉRICA. El Patito Feo



Estoy en San Miguelito, una de las comunidades donde trabajamos. Hemos venido a reunirnos con el Alcalde y ultimar los detalles para empezar a construir la escuela de preescolar Patito Feo.
El trayecto-anticelulítico en pick up por caminos imposibles ha sido largo y duro, pero finalmente, por la tarde hemos llegado a este pequeño pueblo, sin luz también durante todo el día, sin agua, sin apenas nada.
La antigua escuela parece la cocina de la Matanza de Texas, pero vamos a construir una nueva, muy bonita y con un aula para cada curso.

Cuando las cosas salen, cuando veo tan de frente la necesidad de hacer lo que hacemos, no me importa que los malditos zancudos me destrocen el cuerpo.
Aunque es la historia de siempre, “ojala pudiera hacer más”…

Ahora estoy en un hospedaje, como aquí lo llaman, no llega a la categoría de hotel, suficiente para pasar una noche y seguir trabajando mañana aquí.
La puerta de mi habitación no tiene llave, sólo dos argollas y un candado; por el techo roto de madera se cuelan lagartijas y he echado tanto spray antimosquitos, que temo saltar por los aires si enciendo un cigarro.

He trabajado 12 horas y, después de la cena, me he transformado como Catwoman en la traductora nocturna: cuatro horitas más para intentar enviar mañana a Barcelona lo que he escrito sobre la India desde Nicaragua.
07/08/07

No hay comentarios:

Publicar un comentario