miércoles, 26 de septiembre de 2007

DESDE EL CORAZÓN, DE AMÉRICA. Mi otra mitad


Durante el tiempo de espera en Madrid me leo Las pequeñas memorias, de José Saramago.
Un vuelo más y aparezco por fin en Barcelona.

Mi padre estaba apoyado en una barandilla con sus grandes ojos azules y una sonrisa marca de la casa.
- ¿Qué quieres hacer, hija?
- Llévame al Raval
No sentamos en una terraza, yo miraba hacia todos lados mientras hablaba atropelladamente.
- Me encanta tu barrio- dijo él.

Hace frío. Qué extraño se siente el frío viniendo del trópico.
Después de un carajillo de Baileys y una breve conversación pagamos una cuenta terrible y nos metimos de nuevo en el coche.
Subimos por paseo de Gracia, sin baches, sin barro, sin tormenta, sólo el olor a cuero nuevo de la tapicería y luces, y gente guapa con cara de tener mucho dinero y ningún problema importante.

- Te he traído un paquete- le dijo mi padre a mi madre distraídamente
Y entonces ella me vio, gritó y lloró.

Aún no he entendido por qué esta vez mi madre me ha extrañado tanto. He hecho viajes más largos, más lejos. He vivido en otros países, he pasado meses sin hablar con ella. Pero esta vez sentí su alegría al verme como nunca antes.

Charlamos un poco, les di sus regalos y me fui.

Al llegar a casa, mis pequeños lujos me esperaban cubiertos con plásticos. Miré hacia mi adorado amplificador Harman Kardon y caí en la tentación de escuchar Facto Delafé asumiendo los riesgos y las consecuencias.

“Que sí que sí que bien
Que me encanta escucharte
Adoro sentirte, verte moverte y sorprenderte de pronto
haciéndote cosquillas en las rodillas
Hoy luce el sol en mi corazón
Mi niña, mi amor, mi rayo de luz
El camino que lleva a tu casa es mi alegría
Los días tranquilos transcurren serenos
Tus pasos los míos peinando el sendero
¿Quien dijo que los muertos no iban a resucitar? Hoy llego mas puro que el agua mineral
Tu cara, tu casa, tus ojos sonriendo, mi cara La brisa, la mañana, el sol por la ventana
La calma, caricias, tu respiración las nubes en el cielo y pasa un avión
dibuja una línea blanca algodón, tu almohada, tus ojos, tu mirada, estoy en tu casa, adoro tu casa
Cambio de color pasa un avión traza una línea ahora de plata de plata la medalla del subcampeón
Hoy gano tu ganas ganamos los dos
Hoy gano tu ganas ganamos los dos
Hoy gano tu ganas ganamos los dos
Esto no se para
Esto no se para
Esto no se para
Esto no se para
Esto no se para…”

Enciendo el ordenador y leo mi correo. En la carpeta de “Mails a Nicaragua” hay 616 correos vuestros, mi alimento más nutritivo estando lejos. Gracias por cada una de vuestras palabras.

Es de noche, escribo, en silencio.

Voy a ducharme, por fin.
Abrí el grifo de la ducha y las tuberías, durante este tiempo adormecidas, recibieron la petición con un redoble de tambores.
Y entonces salió agua caliente.
La recibí casi como una bendición mitológica y la dejé caer largo rato sobre mi cuerpo, mientras pensaba en mis niñas de San Carlos, en el calor, en la falta de agua y de luz, en la tierra mojada, en los volcanes de Nicaragua...

Al salir del baño, la casa se fue llenando de olor a almizcle y, de las paredes de colores, empezaron a brotar los recuerdos.
26/09/07

A mi abuela, a los Selva, a los Gener, a mi tierra olvidada, a la otra que nunca olvido, a los amigos de siempre, a los nuevos, a los de Petaluma. A la nostalgia.


Un ratoncito.

1 comentario:

  1. LLEGO LA HORA Y YA ESTAS AQUI, CUANTO ME ALEGRO,ESPERO TOMES UNAS BUENAS VACACIONES Y POCO A POCO RETOMAR TU VIDA ESPAÑOLA,CON PAELLA, BUEN VINO Y TUS PERLAS, PERO NO DEJES DE ESCRIBIR.TE DESEO LO MEJOR DE TODO CORAZÓN,ERES UN SOL,CON CARIÑO.YUMA

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