martes, 11 de septiembre de 2007

DESDE EL CORAZÓN, DE AMÉRICA. AECI


Hoy 11 de septiembre La Embajada de España en Nicaragua y la OTC Nicaragua, realizará un recepción con los cooperantes españoles en el Instituto de Cultura Hispánica de Managua el a las16:30hrs, con invitación a autoridades y personalidades Nicaragüenses para que intervengan sobre el papel del cooperante español en Nicaragua, País que ha recibido desde hace más de 20 años la colaboración de muchos cooperantes.


Así decía la invitación que me llegó a las oficinas de Managua.


Me presenté puntual y cuando llegué me encontré un jardín precioso, con criadas nicaragüenses vestidas con trajecito negro y delantal blanco, sirviendo copas con una sonrisa.
Y señores con traje.
Y señoras maquilladas.
Y yo en chancletas.
En el discurso de inauguración, la responsable de la AECI dijo que la mayor parte de los invitados, aún habiendo confirmado su asistencia, no habían podido estar presentes por haber tenido que volar al norte, a ayudar en las tareas de acción humanitaria por todo lo del huracán. La mayoría de las ONG que trabajan en Nicaragua son organizaciones de emergencias, hay pocas ONGD…
La tal Elena habló de los logros del gobierno y de la Agencia, del Estatuto del cooperante y de política.
Charlé con algunos españoles, sobre la comida que extrañábamos, sobre todo. Pero me sentía fuera de lugar.
De repente una especie David Bisbal tostadito empezó a berrear versiones tecno de los de Palacagüina, invitándonos a unirnos a él mientras movía los rizos. Las criadas sirvieron platitos con paella y empanada gallega. Pero a esas alturas yo ya estaba horrorizada y los mosquitos escribían a mordiscos en mi piel “tú aquí no pintas nada”
Y me fui.
Me perdí las charlas porque no creí que me interesara nada de lo que pudieran decirme.
Pensé que aprendía más sobre cooperación escuchando a la gente de Los Chiles, o de las Azucenas, o de Boca Escalera…

Me metí en el centro comercial a comprarle regalitos a mis niñas de San Carlos y luego a casa a intentar digerir la paella reseca y a trabajar tanto tanto…

Son las 2 de la mañana, sigo trabajando y me ronda la cabeza esta sensación extraña como de haber asistido en pijama a una boda de millonarios.
11/09/07

2 comentarios:

  1. Si era un pijama de Chanel o de Versace, tranquila, no hay problema...

    Es el problema de estas cosas: mucho hablar, mucho hablar y no tienen ni idea. Hace unos días hablaba con alguien sobre el debate de que se llame o no tercer mundo. Yo le dije "el problema no es que se llame tercer mundo. Es que exista". Si perdemos el tiempo perdiéndonos en el lenguaje y en comilonas desastrosas, aparentando, dónde queda el verdadero trabajo?

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  2. El verdadero trabajo fue digerir la paella.
    n

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