miércoles, 19 de marzo de 2008

TIGRE Y DRAGÓN. Bhaktapur


El contable, que tiene 25 años y es un cielo me “secuestró” ayer, después del trabajo.
- Tienes que visitar otros lugares, tienes que ver cosas…
- Venga pues.

Otra vez la ruleta rusa de la carretera y la polución. Tengo los poros como cavernas y cada vez que me sueno me sale una figurita de Lladró.

De las cosas que se ven por el camino, de los niños, la miseria, etc, no voy a explicar nada porque eso es trabajo y yo he venido aquí a hablar de mi libro.

Después de horas sobre la moto y considerando seriamente la idea de atarme las piernas detrás de la cabeza como un bretzel para no perderlas en el camino llegamos a la antigua ciudad de Bhaktapur, la mejor conservada de Nepal.
Caminito, caminito y ante nosotros apareció la Plaza Durbar.
- Oye, no se llama igual la plaza de Katmandú? Anda que os devanáis los sesos en buscar nombres para los sitios, eh? Claro todo el día tirándoos espadas desde las ramas de los árboles…
- Durbar significa palacio. Te he llevado a dos de las tres ciudades reales.
- Ah bueno.

La verdad es que el sitio era una maravilla. Los edificios antiguos se sostenían de milagro, todo estaba tranquilo y la gente caminaba sin prisa… Parecía un cuentito…
Mi compi me explicó historias antiguas de héroes e historias recientes de guerra, de desplazados, de miseria…

La tarde fue muy agradable, todo era precioso y me pase el rato exclamando como una cazurra: que si qué bonito eso, que si qué bonito aquello.

Terminamos cenando en un restaurante típico pero con un toque modernete.

-Qué te apetece comer?
- Lo mismo que tú
- Yo voy a comer búfalo
- Vaya

Y comí búfalo, y estaba muy rico.
Y al final quise hacer una broma al pedir la cuenta y dije:
- Buffalo, the Bill.
Pero nadie lo entendió y me di cuenta de que llevo demasiado tiempo fuera de casa, necesito humor de calidad. A ver si esta noche me conecto…

… pero no pude conectarme así que me fui a dar un paseíto antes de volver a trabajar en mi ordenador.


A los pocos metros de empezar a caminar, zas! un cartel que decía: Holistic massage: 8 euros una hora.
Necesito mimos, abrazos y besitos y, como no puede ser, pues decidí pagar por un masaje.

La niña que me lo dio debía pesar 35 kgs pero tenía más fuerza que yo. Me untó todo el cuerpo en aceite y me dio una paliza que ni en mis mejores tiempos de kick boxing.

En determinado momento me hizo incorporar y me masajeó la cabeza con todo el aceite pringoso en sus manos:
- Nena, y esto con la grasa de la carretera que se me ha pegado en el pelo no hará contacto o algo???

Pero ella no hablaba inglés, así que me callé y disfruté del momento.
(Pato, Euge: no fue como los masajes de Birmania, pero es que yo creo que aquellas tipas debían ponerse caballo en los dedos…)

Pd: Las bofetadas de por aquí empiezan a ser de un buen calibre, pero que sepáis que me cuido y me cuidan.
Ais... ahora estaréis todos dormiditos... qué guapos...

5 comentarios:

  1. Ya no sé cómo decírtelo. Deja todo lo que estés haciendo y dedícate a escribir.
    A

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  2. Donde te dan el masaje con las peras que era en Nepal o en Tailandia?o eso era en los Bares con luces de colores? yo no me acuerdo y en todo caso lo negaré. Lo de Buffalo de Bill con tres copitas y sin que se estén matando unos a otros pos seguro que se rien...pero claro si fuera hay unos tipos con kalakas, malas pulgas y restos de rollito primavera en los dientes...pos la cosa cambia.

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  3. Guapa tu!!!

    ¡¡¡cuelga más fotillos please!!!

    Besiños!

    M.

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  4. Recomendable el tema de los Nikis "Mi chica se ha ido a Katmandú"
    En Amsterdam por 20 euros te daban un masaje con "happy endding" lástima que ya viniéramos autogestionados de las cabinas de Pigalle en Paris... (Pregúntale a Julito...)

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  5. Nicole: Hoy haré fotos.
    Nebu: Buscaré esa canción.
    Besos a todos, me voy a una montaña con un nombre muy raro.

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