jueves, 20 de marzo de 2008

TIGRE Y DRAGÓN. On the road.


Esta mañana me he visto en el espejo y me he dado cuenta de que estoy gorda como un planeta. ¿Cuánto hace que no hago deporte? Me cuelga hasta el cuero cabelludo…
Me pondré a dieta.
Hoy en el desayuno el plato de fruta yogur y müsli SIN AZÚCAR; los huevos revueltos con tomate SIN PAN; las tortitas SIN CARAMELO y el café con leche con un croissant en vez de tres.

En una semana estoy ágil como una yak vírgen del Anapurna.

La mayoría de la gente del hotel que he conocido se marcha hoy y, simultáneamente, llega una nueva remesa: Deportistas de montaña, mochileros con ganas de aventura y juerguistas que se divierten mejor lejos de casa.
En último lugar llegan los treintañeros, esos vienen por trabajo y caminan más despacio, con el paso inclinado por el peso de sus portátiles.
Todos nos saludamos con una sonrisa.
Este hotel es la bomba.
(Pato, tú llegas el mes que viene, no?, pues casi te reservo ya habitación aquí).

Me acuerdo de cuando vivía en Viena y cada junio todos mis amigos volvían a sus países. Para ellos la aventura de estudiar un año fuera había terminado.
Yo me despedía triste, perdiendo a los protagonistas de mi película y esperando el reemplazo para poder continuar.

Hoy tengo que ir a unas comunidades de nombres que no sabría repetir, para ello, bajamos al averno de la autopista Arniko, que conecta con China.
Dos horas y media.
Claxons, locura…

Al pasar por un pueblecito paré a comprar agua y vi a una turista guapísima, alta y delgada disfrazada de hippy que, inclinada, disparaba miles de fotos sobre dos niños dormidos abrazados entre la basura.
Me acerqué para reventarle la cámara en la cabeza. ¿Por qué no te vas a la pasarela de Milán a hacer fotos para enseñar en las fiestas, desgraciada? Ah no, que tú estás de vuelta y media de todo eso, que te compraste el cd del Buda Bar y te volviste mística…
La chica se metió en un taxi con su amiga… supongo que lo único que yo habría hecho es mirarla mal, pero entre la mascarilla, las gafas de sol y sus dos metros de altura no creo que hubiera conseguido impresionarla.

El día de trabajo ha sido intenso, esta gente hace que los suecos parezcan una panda de vagos. Les pides 5 y hacen 10, tienen una iniciativa inagotable y son extremadamente humildes y educados.

En el trayecto de vuelta hemos quedado atrapados en el tráfico. Ha comenzado a llover y las motos han empezado a subir a las aceras y a circular por ellas pero, como eso ocurría en los dos sentidos, ha llegado un momento en que el atasco las ha colapsado también.



En lugar de guardas de tráfico ha venido el ejército y ha puesto orden ni sé cómo.
Yo nunca había visto algo así.
Ojalá no necesite nunca una ambulancia en este país.
En los tuk tuk -una especie de furgonetilla destartalada sin puerta trasera que hace las veces de taxi- viajaban hacinadas 25 personas en lugar de las 8 que en realidad caben; algunas en el techo, sujetando bolsas y paquetes.

Vi motos en las que viajaban un padre, una madre, un niño y un bebé en brazos y la lluvia les empapaba con un agua sucia que había arrancado el petróleo de las nubes.
Todos hacían sonar sus cláxones, pero ni una sola voz, ni un solo ceño fruncido, ni una mala cara bajo las mascarillas.

Y así todo Katmandú respira su propio aliento, que huele a gasolina vieja, a guerra, a pobreza y ataraxia.

9 comentarios:

  1. Bonito post hoy, me ha gustado. Hoy es tan casi serio que hacer una broma me resulta vergonzoso, pero como yo eso lo tengo en la mesita de noche sin abrir...Ataraxia? otra que le ha dao por mirar la RAE?. A la perroflauta con dinero le tenias que haber insultado...total no te iba a entender y te quedas a gusto.

    ResponderEliminar
  2. Ratoncita, no me conoces, pero nos une el cariño de una personita a quien las dos queremos mucho.Me encantan tus crónicas de viaje.Mucha suerte!!!!!!! Desde buenos Aires, la tía

    ResponderEliminar
  3. Hola tía!!!!!!!!
    Un beso desde aquí. Pronto veré a M. y le daré todos lo abrazos que se me acumulan...
    Besazos!!!!!

    ResponderEliminar
  4. Bonito perfil el del perfil...

    ResponderEliminar
  5. Los viajes y los andares nos hacen regar el corazón de a pedacitos por el mundo en compromisos emocionales a los que siempre nos debemos. Regresar por lo andado es aquel arte de caminar siguiendo hilos que nos traen de vuelta a todo lo que alguna vez hemos amado (u odiado, si se quiere) y tanto fotografiado en nuestra Maxxum mental.

    ResponderEliminar
  6. "y al final, siempre la risa". Le pegas a tantas cosas en esta playa solitaria...

    ResponderEliminar
  7. Superraton con tus poderes supranormales...cuando puedas me lo explicas...que no me enterao de na

    ResponderEliminar