jueves, 13 de marzo de 2008

TIGRE Y DRAGON. Le scaphandre et le papillon



La mañana en que inicié mi periplo me levanté con la espalda como una silla. Pensé que no sería más que una molestia por haber dormido con el pelo mojado y que se me pasaría al rato. Al legar a Munich el dolor era tan intenso que sólo quería pegarme un tiro en la cara y acabar con todo.
En el segundo aeropuerto del día me arrastré hasta una farmacia y supliqué que me dieran un calmante. La señorita que me atendió levanto una ceja, me dio una
tirita gigante y me dijo:
- ponte esto- lo dijo con una sonrisa muy nazi y entre líneas leí “eres yonkie, eres española y me encanta verte sufrir.
- ¿Qué hago con esto? Si me muero de dolor, teutona mezquina, dame drogas!
- Le quitas el papelito, te lo pegas en la espalda y te dará calor
- Pagué y le di recuerdos para su tía Uta, la de las SS.


En el baño me desvestí con la agilidad del Cobi, me puse la tirita y me fui a un bar donde me dieron un zumo de pera de botella por 5 euros.
Fue allí donde la cosa empezó a hacer efecto y a provocarme quemaduras de segundo grado.

No estamos empezando bien!!!

6 comentarios:

  1. Jajajaja... Me encanta. Y me rio (por no llorar) porque precisamente ayer el médico me recomendó ponerme calor (un paño calentado en el radiador según él) para una contractura muscular de espalda que me tiene más tieso que un palo. Así que probaré la cosa teutónica esta del Hansaplast, si lo encuentro por el solar patrio. ¡Feliz voyage y que se te pase la tiesura…!!

    ResponderEliminar
  2. y a la vez, tan cerca...

    ResponderEliminar
  3. Carlos. Namaste, que aquí quiere decir "hola cómo andamos". Ponte eso que va bien, pero donde esté un nolotil...
    Existe en suelo patrio, me consta pero no te lo venderá una vikinga frígida...

    ResponderEliminar
  4. Parafraseando a un amigo:no usar la tirita, repito no usar la tirita. Yo me la puse para una lumbalgia...y me pegue 4 dias con la espalda como si me hubiera arrimao a una olla de papas. NOOOOO MALLLLLL ERROR

    ResponderEliminar
  5. Jo, Juan... si me hubieras avisado antes...

    ResponderEliminar
  6. Mi querida Nina, ratón, rubioncia, mi James.
    Vuelvas cuando vuelvas, seguirás siendo igual de maravillosa, aún más fuerte, más humana y mejor si cabe (se nota que te tengo mucho en estima?)
    Averiguaré el nombre de esa nazi y le pegaré tiritas de esas hasta en el chumino por mala.
    Te seguiré leyendo cada día en tus andanzas y yo desde el planeta tierra, te contaré las de mis rutinarios días, eso sí, acompañados de mi maravilloso marido.
    Desde la capital, te mando toda mi energia y mis mejores deseos.
    Eres la mejor.

    Mil besos.

    plo

    ResponderEliminar