J2

Hoy he tenido otro encuentro con un científico, con un biólogo esta vez.
Tuve que valorar profundamente un punto antes de hacerme amiga de J2: para sus investigaciones mata ratoncitos.
Él me explicó que reduce al mínimo posible la utilización de animales en su laboratorio y me justificó la finalidad de forma más que satisfactoria. "Pues vale, seremos amigos, pensé.
Hoy domingo hemos quedado para comer.
-Nos vemos en el Kaiku

En este restaurante de la Barceloneta se come los mejores arroces de Barcelona, sin duda. Empezamos con unos berberechos fresquísimos con salsa verde y, antes de que nos llegara el arroz ahumado con verduras y guindilla, ya nos habíamos plimplado la primera botella de Albariño.
J2 se dedica a aislar células madre hematopoyéticas, toma ya. Aunque no lo parezca eso tiene aplicaciones terapéuticas: aislando a esas celulitas se puede saber más y más pronto, sobre el cáncer.
Todo sería muy bonito si sus investigaciones recibieran algo más que premios, menciones especiales, aplausos y placas de metal. Estaría muy bien que se utilizara el sistema de diagnosis precoz de resistencia a la quimioterapia; pero los médicos, los hospitales, no quieren. ¿Cómo va a diagnosticar un biólogo antes que un doctor? Los médicos creen que si se utilizaran las técnicas de J2, ellos se convertirían en funcionarios, en enfermeras con carrera de 8 años.
Mientras tanto, así andan las cosas.

De postre un flan de nata y vainilla con frutos del bosque: Baileys, Glen Moray...
Paseíto para coger aliento pacharán, Jack Daniels, peli y palomitas.

¿Qué pasa? Beber para olvidar, dicen, no?
Yo es que estoy consternada con esto de las células madre.