Los días en Boipeba transcurren como ya he contado, en una nube de tranquilidad, pereza y mucho silencio.
De noche, después de ver la puesta de sol y limpiarte la baba, toca ponerse guapo y animarse porque son fiestas de San Joao y hay que celebrarlo.
Ducha, aftersun, repelente de mosquitos, vestidito y al pueblo. Para cenar pescadito recién sacado del mar o moqueca, un estofado de pescado o de gambas.
Para beber cerveza y caipiroskas, lo de la cachaça era muy duro.
Para los que crean que el paraíso está tirado de precio, lo siento, la región de Bahía es cara, y como en todas partes, las islas lo son aún más. Ni comer ni beber aquí es barato.
Las fiestas de San Joao transcurren alrededor del fuego, hay orquestas, comida y mucha bebida. Vamos con los amigos de David, así que nos mezclamos con los nativos como si estuviéramos en las típicas fiestas de pueblo en España, arropados y mimados.
Los niños juegan con el fuego y tiran petardos, no se les trata como en España, siempre al borde de la fractura o de la enfermedad, ahí corren libres y son felices.
Que buen viaje ratoncito! Me apunto este destino para mi 2012 (2a parte!).
ResponderEliminarTeaimisyiuuu
...gracias a ti he podido disfrutar de este paraíso hasta hora tan desconocido para mi! Obrigada!
ResponderEliminarEstas cosas tienen efectos favorables para la belleza. En sitios así todos somos más guapos.
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