domingo, 23 de noviembre de 2008

LA SANGRE DE MIS VIENAS III

Mañana helada, no tengo valor para salir a correr en la ventisca así que hago unos ejercicios en la habitación y me doy una duchita antes de cubrirme con toda la ropa que he traído.

Fuimos a desayunar al Deli, en el Naschmarkt que es el mercado de alimentos más famoso de Viena, donde la fruta y la verdura es preciosa y no sabe a nada. Ahí compré sésamo negro para las ensaladas, té y caprichos de esos pocos que aún no encuentras en el rincón del Gourmet del Corte Inglés.

El Deli es genial, con Dj en vivo desde las 9 de la mañana y unos desayunos tan grandes que tienes que arrastrar una mesa hasta juntarla con la tuya para que todo lo que te traen pueda caber.


La nieve fue inclemente y no pude pasear tanto como hubiera querido. El tiempo dio más para ir a comprar libros y parar cada poco en un bar donde tomar Punch, que es ron con vino y naranja calentito. Suena a guarrada, pero a dos bajo cero entra de lujo.

Uno de los bares que no conocía era el Café Lutz en la Mariahilferstrasse, una especie de Paseo de Gracia... Ahí empezamos con un vino, luego otro, luego la cena con más vino porqueparaquévamosacambiarahoraconlaquestácayendo y luego mojitos, varios...

Por cierto, el vino delicioso, aunque un poco caro. Austria es una desconocida en vinos pero Blaufränkisch es una uva que da mucho juego...

Al final de la noche, de hablar más y más, de pasar de la risa al encontronazo y luego a la lagrimita decidimos rescatar el coche de debajo de una montaña de nieve y volver a casa porque al día siguiente había que madrugar...

4 comentarios:

  1. Juaaaaaas! que güena la foto anteriooor! Lo del punch (vaya nombrecito, digo yo que será por el efecto después de dos vasos) me recuerda al vino caliente con especias de Lille en Navidades...

    Hija mía, no te podías haber ido en primavera???

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  2. Espero que mañana o pasado, cuando vuelva a tener internet de verdad, y no robando el wifi sin antena a alguien a más de 200 metros; en alguna de esas fotos que no puedo ver ahora, aparezca la tal modelo austriaca con dos pisos.

    Y no soy exigente, ni siquiera pido que salga mostrando de manera manifiesta sus virtudes.

    Que lo pase usté bien por allí.

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  3. La Blaufränkisch es la misma uva que en Hungría es llamada Kékfrankós, y que es la base de la mayor parte de los tintos austriacos, magiares y moravos. Aunque genéticamenbte no tiene relación, sí guarda un cierto parecido con la Pinot Noir.
    Que aproveche!

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