lunes, 12 de noviembre de 2007

LA PASIÓN TURCA. Back to the Raval




Un mosquito turco no me ha dejado dormir. Vaya donde vaya siempre habrá mosquitos que me cantarán al oído y me picarán.
He visto amanecer desde el ventanal del apartamento de Aaron. El último. Él también dejará Estambul pronto.
De camino al aeropuerto las olas rompían contra el contramuro de la carretera, nuestro taxi recibía una ducha salada de buenos días.

En este viaje no ha habido mochila ni Lonely Planet. No ha habido incursiones en la vida auténtica del país ni comida barata.
Esta es otra forma de viajar.
En estos viajes te diviertes y vives como en casa pero con otro paisaje.
No diré que no me gusta viajar así, lo he pasado muy bien porque estaba entre amigos pero… he echado en falta un poquito de sudor, de barro y de aventura.

Como siempre, alejarme de casa me ha servido para recordar lo mucho que quiero a los míos.

Iolanda y Guinea Bissau me esperan para un nuevo viaje del Ratoncito marca de la casa.
Hasta pronto!

No hay comentarios:

Publicar un comentario