jueves, 21 de junio de 2012

Si se trataba de ser feliz


Cuatro meses aquí ya y todavía no puedo decir nada malo, la verdad es que vivimos cada día como si fuera viernes.

Sé que esto no va a durar siempre, que la novedad le saca brillo a lo bueno y empuja las nostalgias a los lados para que no aparezcan en el cuadro de esta vida alegre.

Quiero ser sensata para evitar en lo posible el golpe contra la realidad cuando todo se normalice, cuando haya rutina y problemas, “que los habrá”, me repito.

Le busco explicaciones a la felicidad para racionalizarla y llamarla de otra forma, no sé, buena racha, o algo así.

¿Por qué va todo tan bien? ¿Cuáles son los secretos del éxito para el emigrante a las antípodas?

1 El idioma, por supuesto. Tanto M. que vivió en Reino Unido hasta odiarlo, como yo que soy traductora hablamos inglés sin problema. Pero hay un añadido, no es sólo que hablemos el mismo idioma, es que es su idioma. Quiero decir que si me hubiera ido a la China, mal en parte porque no hablo chino claro, pero podría entenderme con quien hablara inglés o francés. Eso lo sé, pero no sería su idioma.

Hemos venido a Australia y hablamos su idioma. Eso mola. Nos sitúa en una posición favorable por mil motivos.

2 Los amigos. Tenemos amigos, no me refiero a conocidos, hemos conocido a mucha gente, sí; pero tenemos amigos, será porque cuando llegas estás muy perdido y tienes el corazón más abierto o porque tienes un hueco por llenar y eso se nota. Por lo que sea.

Forman ya parte de nuestra vida J&J, Chris y Nat, Doron y Christine, Sònia, Xavier... Y nuestros vecinos, compañeros de trabajo, de juergas, de paellas, de yoga, de viajes, de ir al súper, de todo... los imprescindibles Laia, Pablo y Patricia.
Y llenamos con todos ellos las tardes, los fines de semana, y nos ayudamos, y nos queremos porque, y eso lo tengo muy claro, sin amigos no se puede vivir.

3 L’amour, oh l’amour… estoy casada con un hombre de otro planeta. Y soy feliz con él como nunca lo he sido con nadie. Adoro a su familia y a sus amigos, admiro su trabajo y su cabeza extraña. Le amo con todo el cuerpo y con la mente, y espero que no se canse nunca de tantos te quieros que me salen siempre a borbotones.

Dejar todo e irte tan lejos, quedarse todo lo importante tan atrás, faltarte los cimientos… Eso sólo lo puedes hacer si eres muy fuerte, que no es mi caso, o si confías tanto en tu pareja que sabes que sea lo que sea lo que hagas, si lo haces con él será perfecto.

4. Australia. He vivido en muchos sitios y he viajado como si fueran a desaparecer las ciudades y se me agotara el tiempo. Australia está siendo EL LUGAR. Es un paíis maravilloso, donde la gente es honesta y generosa, hay trabajo, hay optimismo e ilusión. Si no lo creéis, ved esto:

Si se trataba de ser feliz, lo hemos conseguido.

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