…al día siguiente de
ir a comprar todo lo que nunca llegaba y se necesita para tener un hogar, nos llamaron de
aduanas y nos dijeron que el contenedor ya estaba aquí.
Tres meses después de
mandar nuestras cosas, sin tener ya esperanzas y 24 horas después de gastar
cuatro veces más de lo que costaron en España nuestras cosas han llegado.
Primera reacción,
sorpresa.
Segunda, alegría.
Segunda, alegría.
Tercera, cabreo.
Asimiladas todas las
fases concretamos que al día siguiente a las 14 llegaba el camión y yo me encargaba de recibir todo, dado que el camión cabía seguro en el garaje, se me da
bien calcular estas cosas.
Ñeeeeeeeeeeeeeeeeec, rascada en las paredes.
- - Bueno,
lo bajáis aquí, lo lleváis por el jardín hasta las escaleras y lo subís los dos
pisos hasta casa, verdad?
-
- No
Y así fue como tuve
que subir yo solita los 6 metros cúbicos de enseres, entre los cuales había dos
bajos ESP y Rickenbaker, amplificadores, monitores, ordenadores, toneladas de ropa de cama y
toallas y mil mierdas más que YA NO NECESITO.
Creo que lo mejor será que monte una pastelería, porque si no, ¿dónde voy a
encontrar un cajón de la cocina para meter todo esto?